Con el aporte de la Universidad Nacional de La Plata, Pipinas está a un paso de obtener agua libre de arsénico. El sistema desarrollado muestra altas tasas de remoción de este contaminante.
La localidad bonaerense de Pipinas ya cuenta con una planta de tratamiento de agua con arsénico desarrollada por investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas de la UNLP y del CONICET. El sistema se encuentra en funcionamiento mostrando altas tasas de remoción de este contaminante.
A fines de agosto la planta, ubicada en la ciudad de Verónica, fue trasladada a la cooperativa de electricidad y otros servicios públicos de Pipinas, perteneciente a la Federación de Cooperativas de Agua Potable y Saneamiento de la Provincia de Buenos Aires (FEDECAP). Allí fue rearmada con algunas modificaciones en el diseño. Se agregó una etapa de floculación y se aumentó el tiempo de sedimentación.
El dispositivo consiste en una planta modular para la remoción de arsénico basada en la técnica de hierro cero-valente (ZVI). Esta técnica involucra compuestos de hierro en diferentes estados de oxidación generados durante el tratamiento del agua. En su diseño se utilizaron materiales de bajo costo disponibles en el mercado. El prototipo consta principalmente de columnas y cañerías de PVC, tanques domiciliarios de agua y filtros comerciales de arena.
Del montaje de la planta participó personal de la cooperativa de Pipinas y personal técnico del Departamento de Hidráulica. El funcionamiento de la planta es controlado diariamente por personal de la cooperativa y, semanalmente, miembros del equipo realizan una visita para el seguimiento y el traslado de muestras hacia la Facultad.
“Luego de 30 días de prueba de funcionamiento continuo, con un caudal promedio de 10.000 litros por día, la planta muestra muy buenos resultados con una tasa de remoción de arsénico mayor al 90%”, afirmó Eliana Berardozzi, integrante del proyecto.
Los resultados del análisis fisicoquímico completo del agua tratada, realizado por un laboratorio externo a la UNLP, muestran todos los parámetros dentro de los valores reglamentados por el código alimentario para agua potable. Se espera en los próximos meses terminar una serie de pruebas para optimizar el uso de insumos y poder así brindar agua libre de arsénico apta para consumo a la comunidad de Pipinas.
Del equipo de trabajo forman parte, además de la Dra. Berardozzi (becaria postdoctoral del CONICET – docente en la Facultad de Ingeniería); el Dr. Fernando Sebastián García Einschlag (investigador del CONICET – profesor en la Facultad de Ciencias Exactas); la Ing. Cecilia Lucino (investigadora en la UIDET Hidromecánica – profesora en Ingeniería); la Dra. Ing. Tatiana Arturi (investigadora y docente en Ingeniería); los alumnos de la Facultad de Ingeniería Bernardo Mackinson, Paula Etcheverry y Romina Dorado; y personal técnico de la UIDET Hidromecánica.
Fuente: www.unlp.edu.ar