Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 1899–Ginebra, Suiza, 1986) fue un escritor de cuentos, ensayos y poemas argentino, extensamente considerado una figura clave tanto para la literatura en habla hispana como para la literatura universal. Sus dos libros más conocidos, Ficciones y El Aleph, publicados en los años cuarenta del siglo XX, son recopilaciones de cuentos conectados por temas comunes, como los sueños, los laberintos, las bibliotecas, los espejos, los autores ficticios y la mitología europea, con argumentos que exploran ideas filosóficas relacionadas, por ejemplo, con la memoria, la eternidad, la posmodernidad y la metaficción. Sus han contribuido ampliamente a la literatura filosófica, al género fantástico y al posestructuralismo. Según los críticos, el comienzo del realismo mágico en la literatura hispanoamericana del siglo XX se debe en gran parte a él. Habiendo nacido en un suburbio de Buenos Aires, se mudó a Suiza con su familia en 1914, donde estudió en el Collège de Genève.
La familia viajaría extensamente por Europa, incluyendo España. Tras su regreso a Argentina en 1921, empezó a publicar sus poemas y ensayos en revistas literarias surrealistas mientras trabajaba como bibliotecario, profesor y conferencista. En 1955 fue nombrado director de la Biblioteca Nacional de la República Argentina y profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires. A la edad de 55 años quedó completamente ciego; numerosos investigadores han sugerido que su ceguera progresiva lo motivó a crear símbolos literarios innovadores a través de la imaginación.
-¿Le ayudo a cruzar?
– Sí, por favor.
-¿Usted es Borges, no?
– Sí, momentáneamente.
-¿Sabe? Yo soy peronista.
– No se preocupe. Como puede apreciar, supongo, yo también soy ciego.
-Tranquilo, maestro, no pensaba dejarlo en el medio de la calle. Además, muchos peronistas como yo adoran su escritura.
– ¿En serio?
-Usted escondió sus dos primeros libros de poemas que exaltaban el nacionalismo (Fervor de Buenos Aires y Cuaderno San Martín) a pedido de Victoria Ocampo y demases gorilas del grupo Florida.
-¿Cómo lo supo?
-Porque, como usted dijo, no soy ni bueno ni malo, soy incorregible, como todos los peronistas. Y me gusta la Historia completa. No sólo la de Mitre.
-¿Como a Marechal?
-Más o menos.
-Era bueno Marechal. Se lo dije.
-Lo sé, maestro. Usted no es tonto. Por eso me gusta.
-¿De veras?
-Claro que sí.
Llegamos, Borges ¿Puede seguir solo?
– Claro. Siempre estoy solo, incluso cuando me siento feliz.
-Hágase peronista, entonces. Es feo ser feliz en soledad. Me lo dijo Leonardo Favio
¿Lo conoce?
Fuente: www.google.com y www.ahoraeducacion.com