martes, marzo 19, 2024
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Baterías de litio en la UNLP

Ya instalan el equipamiento y es inminente, en la Universidad Nacional de La Plata, la puesta en marcha de la primera Planta de Baterías de Litio de Latinoamérica

Con el arribo a la ciudad de La Plata de más de 115 toneladas de equipamiento tecnológico proveniente de China, comenzó a hacerse realidad uno de los hitos más importantes en el desarrollo de la cadena de valor del litio en la Argentina. Esta semana comenzaron a instalarse los equipos y muy pronto comenzará a operar UniLiB, la primera Planta Nacional de Desarrollo Tecnológico de Celdas y Baterías de Litio, creada por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) e Y-TEC, la empresa de tecnología de YPF y el CONICET, con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.

El litio, valioso recurso natural, alimenta los sueños de prosperidad de los países en cuyos territorios se asientan las mayores reservas mundiales de este elemento. La Argentina es uno de ellos. Ahora, a partir de la alianza estratégica entre la UNLP e Y-TEC, el país estará en condiciones de sumar valor agregado a este recurso para fabricar celdas y baterías y desarrollar sistemas de almacenamiento de energía más eficientes, limpios y ligeros.

UniLiB se encuentra ubicada en predio del Polo Productivo Tecnológico “Jorge Alberto Sabato”, que la UNLP posee en diagonal 113 entre 64 y 66, en La Plata. La obra civil del edificio que albergará la planta estuvo a cargo de la propia Universidad y su construcción finalizó meses atrás. En tanto, la adquisición del equipamiento tecnológico estuvo a cargo de Y-TEC, con apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.

En el edificio, que cuenta con una superficie de 1650 m2, comenzaron a instalarse más de 70 máquinas que días atrás llegaron al Puerto de Buenos Aires provenientes de China. Tras recorrer 18.000 kilómetros en barco, arribaron 13 contenedores con más de 115 toneladas de equipos, que incluyen mixers, hornos, cicladores, cutting/stack, deshumidificadores, y dos imponentes prensas de 13.000 kilogramos cada una.

Durante una visita al predio realizada esta mañana, el vicepresidente Académico de la UNLP, Fernando Tauber, destacó que “una vez más, nuestra Universidad es parte de un hecho histórico. La agenda científica tecnológica de la UNLP está a la vanguardia del desarrollo nacional y de la agenda social de nuestro país; este acuerdo es una clara muestra del modelo de Universidad reformista que queremos involucrada y comprometida con la actividad académica, el conocimiento científico, el desarrollo tecnológico y la producción industrial”.

“Además, con el firme empeño de orientar nuestros esfuerzos al desarrollo de energías alternativas para aportar soluciones a la problemática medioambiental, este proyecto vuelve a incorporar la producción y el trabajo a los pilares básicos de la UNLP que son la enseñanza, la investigación y la extensión”, remarcó Tauber.

“Estamos cumpliendo un hito muy importante con la llegada de los equipos. Avanzamos en la dirección correcta para tener esta planta, la primera en su tipo en Latinoamérica”, dijo hoy el presidente de Y-TEC, Roberto Salvarezza, durante la recorrida. Recalcó además la importancia de “más de 12 años de generación de conocimiento en el sistema científico argentino, base fundamental para avanzar en nuevas etapas de desarrollo” y agregó: “Ahora, con la Universidad de La Plata, estamos dando otro paso fundamental para consolidar la cadena de valor del litio en nuestro país”.

En tanto, el presidente de la UNLP, Martín López Armengol, subrayó que “se trata de un acontecimiento sumamente trascendente para nuestra Universidad porque la ubica a la cabeza de proceso de cambio de paradigma respecto a la utilización de nuestros recursos naturales. Tener en nuestra ciudad una fábrica nacional de celdas y baterías de litio no es sólo un hecho vinculado a la actividad productiva, tiene que ver con un aporte de la propia UNLP a un apolítica de Estado en materia energética que debe ser central de aquí en adelante”.

Una vez completada esta etapa, la planta tendrá una capacidad de producción anual -medida en energía almacenada- de 13 MWh, equivalente a 1000 baterías para almacenamiento estacionario de energías renovables o unas 50 para colectivos eléctricos.

La puesta en marcha de la primera fábrica argentina de celdas y baterías de litio demandó una inversión total de 7 millones de dólares. De ellos, unos 5,5 millones corresponden a la obra civil, maquinaria y la producción de materiales de electrodos (MINCyT 1.5 MM, la Universidad Nacional de la Plata 2 MM, Y-TEC 2 MM). Además, cabe destacar que Y-TEC instaló en su sede la primera planta piloto del país para la producción de celdas y hoy es la única empresa con capacidad para probar nuevos materiales en celdas prototipo de litio en formato comercial.

En cuanto a recursos humanos, la provincia de Buenos Aires otorgó un subsidio especial para la capacitación del personal que trabajará en la fábrica. La Escuela de Oficios de la UNLP capacitó a una primera tanda de operarios para la fase inicial de puesta en marcha de la planta, quienes serán miembros de la carrera de personal de apoyo del Conicet

El proyecto es una apuesta estratégica para desagregar el paquete tecnológico respecto al diseño y la fabricación de las celdas y baterías, y generar las condiciones propicias para realizar transferencias tecnológicas a pymes empresas nacionales y provinciales interesadas en la fabricación de baterías de litio.

La creación de la primera Planta de Celdas y Baterías de Litio comenzó a gestarse hace más de dos años por iniciativa de la Presidencia de la UNLP, por entonces encabezada por el actual vicepresidente Fernando Tauber, el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, y la empresa Y-TEC. En aquella época se firmó el primer memorándum de entendimiento para la creación de UniLiB.

El litio, el metal más liviano de la Tabla Periódica, fue descubierto en 1817. Más de 200 años después logró transformarse en protagonista excluyente de la actual revolución tecnológica a partir de su utilidad para el desarrollo de baterías para dispositivos móviles como celulares, tablets y laptops, y dio un impulso vital a la aparición de vehículos híbridos y eléctricos.

Pero lo cierto, hasta el momento, el negocio del litio en Argentina se limita a la exportación de dos productos: el carbonato de litio (equivale al 93% de las exportaciones) y el cloruro de litio. Más allá del proceso de obtención del carbonato de litio de la salmuera, no existe ningún producto industrializado luego de este proceso. A pesar de ser uno de los principales productores mundiales, nuestro país no contaba hasta ahora con una alternativa soberana para el aprovechamiento integral del recurso natural a través de desarrollo tecnológico de industria nacional.5

Litio: el tesoro escondido en las entrañas de la Puna

En el norte del territorio argentino se asienta una de las mayores reservas de litíferas del planeta, lo que ubica a nuestro país en el cuarto lugar entre los principales productores de litio a escala global. Conforma, junto a Chile y Bolivia el denominado Triángulo del Litio, en cuya geografía sobresalen el Salar de Hombre Muerto de nuestro país, el de Atacama, en Chile y el de Uyuni, en Bolivia.

Como si se tratara de un territorio especialmente bendecido por la naturaleza, los salares de estos tres países concentran el 85% de las reservas de litio de fácil extracción del planeta.

Con más de 870.000 hectáreas disponibles para explotación –según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS)-, las reservas nacionales de litio se concentran en tres provincias: Catamarca (Salar de Hombre Muerto, Salar de Antofalla), Salta (Salar del Rincón) y Jujuy (Salar de Olaroz, Salar de Cauchari). Se estima que allí se esconde entre el 10 y 12 por ciento del total de las reservas del mundo. Un verdadero tesoro de oro blanco sumergido en las entrañas de la Puna Argentina, que puede transformarse en una millonaria fuente de ingresos.

Entre cálculos y proyectos, el futuro del oro blanco en nuestro país parece no encontrar su techo. Según estimaciones de distintos especialistas, se calcula que la capacidad extractiva a nivel local podría alcanzar pronto casi las 200 mil toneladas anuales, lo que equivale a quintuplicar la producción actual. La demanda es impulsada no sólo por el fuerte incremento en la fabricación de baterías de la mano de las grandes automotrices, sino por su utilidad en la industria cerámica, del vidrio, en la elaboración de grasas y aceites resistentes al calor, polímeros, elaboración de medicamentos, en aleaciones livianas junto aluminio y cobre -especialmente para la industria aeronáutica-. Además, es valorado como combustible nuclear en reactores de fusión nuclear (fusión de núcleos livianos), tecnología que aún está en desarrollo.

Fuente: www.unlp.edu.ar

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