Es curioso el éxito masivo en España de novelas como “Cincuenta sombras de Grey” en un mundo donde las mujeres ya son mayoría en las universidades. Según la escritora Joana Bonet este tipo de obras no aborda ninguna temática transgresora ni tampoco se habla de liberación, sino solamente “de satisfacción”. El sexo, dice, “es un microclima y ¡ay de quien pretenda sublimarlo o censurarlo! “Un fenómeno denominado cliteratura.
El mercado del best seller ha encontrado un nuevo nicho: erotismo para mujeres.
Después de las catedrales, los cálices medievales y los crímenes escandinavos tocaba escribir de sexo, aunque no hubiéramos podido predecir su poder evasivo. El fenómeno, a pesar de mantenerse fiel a los tópicos de género -la sexualidad perversa es la coartada para el amor absoluto-, ha sido tan explosivo que incluso se ha merecido una etiqueta juguetona: cliteratura . Así lo evidencia el éxito de “Cincuenta sombras de Grey” y su prole de sucedáneos.
Nada que ver con aquella delicatessen en rosa chicle que una visionaria Beatriz de Moura junto al erotómano Berlanga se inventaron en plena transición, La Sonrisa Vertical. Erotismo y filología liberados de cualquier sonrojo con las reediciones de Sacher Masoch, el Divino Marqués, Laclos, la Duras y los noveles. Pero la desidia se fue apoderando del invento en pleno estrellato del sexo on line y acabó por languidecer el descorche de un género maldito.
No hubiera podido ser de otra manera: ahora, un cuento de hadas con látigos y fustas triunfa en todo el mundo cuando las mujeres son mayoría en las universidades y han adquirido un elevado dominio en la expresión social.
Porque aquí no se habla de liberación, sino de satisfacción , habida cuenta de que ya casi nada queda por transgredir y conviniendo en que el sexo es un microclima y ¡ay de quien pretenda sublimarlo o censurarlo!
Hoy, las prácticas libertinas cohabitan en los dormitorios con galán y tocador y las múltiples ofertas de la tecnosexualidad han modificado los epitelios tiernísimos. Es ocioso insistir en que el llamado porno para mamás rezuma, además de infantilismo narrativo, un código moral propio del Tea Party.
Y que el masoquismo light es la excusa para buscar el viejo amor, desde tiempos de Tristán e Isolda.
Aún y así, hay que atender al espejo en el que se refleja este boom de erótica: ellas son nicho de mercado, sujetos de deseo. Terminó el año con elevados porcentajes de excitación y plenitud femenina: según la encuesta Habits, un 95% de las españolas se declaran muy satisfechas. Y o bien el listón está muy bajo o el triunfo del autoconocimiento ha aniquilado los últimos vestigios de mojigatería sin demasiada ostentación, sabiendo que entre pacatas y depredadoras existe amplia gama de grises en la que los Grey de turno son objetos tremendamente útiles para tomar la temperatura.
P.D. Conversación entre dos dependientas: -Oye, me pasarás otro libro de Grey. ¿Te los has leído todos?
-No, ahora estoy con los de crímenes, que también me gustan mucho.
-Claro, es que tanto sexo cansa.
Fuente: www.elarcadigital.com.ar, Publicado en La Vanguardia, Barcelona