Una luchadora por la educación pública

2 - noticiasA los 66 años, murió,por un tumor que le habían detectado hacía apenas tres meses, Stella Maldonado. En abril había comandado la paritaria de los maestros que terminó en acuerdo. Fue protagonista de las luchas de los ’90 en defensa de la escuela pública.

A los 66 años, por una enfermedad que le había sido diagnosticada hacía menos de tres meses, murió Stella Maldonado. La titular de la Ctera será despedida hoy en la sede del sindicato –Chile 654, de la ciudad de Buenos Aires– por sus familiares y compañeros del mundo docente y del de los derechos humanos, donde también militó. Maestra y asistente social, fue una de las protagonistas centrales de las luchas en defensa de la escuela pública que atravesaron la década del ’90, y de los esfuerzos por reconstruirla de estos últimos años.

En abril había comandado la paritaria federal de los maestros, que logró cerrar con un acuerdo. “No creo que los sindicatos sean ni oficialistas ni opositores. Los sindicatos deben defender los intereses de sus representados”, dijo poco después, cuando le preguntaron cómo vivía la tensión de ser una dirigente que, compartiendo muchas de las medidas del gobierno nacional, había dado respaldo a un durísimo conflicto docente con un paro por tiempo indeterminado en la provincia de Buenos Aires.

Maldonado sostenía al mismo tiempo que el desafío de transformar la escuela, “una escuela absolutamente atravesada por el conflicto social propio de cada época” tenía que ver con “superar el núcleo duro de la pobreza”.

Venía de una familia de peronistas. Había nacido en Olavarría el 13 de julio de 1948, y continuado las convicciones políticas de su padre, un trabajador marítimo que la bautizó como Stella Maris, tomando el nombre de la virgen de los navegantes. En su juventud, militó en la JP y compartió el destino trágico de muchos de su generación: su primer marido, Mauricio Teplisky, fue asesinado en 1975.

Desde el comienzo de su carrera tuvo una fuerte ligazón con lo social, ya que al recibirse como maestra normal (en el colegio Inmaculada Concepción de La Plata) trabajó en la alfabetización de adultos en el programa Dinea. Durante mucho tiempo, tendría un rol de asistente social en escuelas del conurbano bonarense.

Hacia el final de la dictadura estaba trabajando como maestra en un colegio de lo que es hoy Malvinas Argentinas. Ahí se empezó a juntar con compañeros de la zona para armar un sindicato que les permitiera estar en la Ctera. Ese camino como líder gremial no la alejó de las aulas.

“De todos nosotros, ella fue la que permaneció más tiempo en la escuela, porque su trabajo se lo permitía. Militaba en el sindicato y seguía trabajando como asistente social y educativa”, recordaba ayer Hugo Yasky.

El titular de la CTA contó que en aquellos años, junto con las tareas gremiales, Maldonado “aportó mucho a otros temas, como las luchas contra la baja de la edad de imputabilidad de los menores, y en su momento contra la violencia en los barrios. Ella tuvo un papel importante cuando estaba Aldo Rico en San Miguel como intendente y hubo que pelear contra la policía de la mano dura, lo que le valió también integrar el CELS”.

Fue parte de la Carpa Blanca y de las protestas contra la reforma educativa de los ’90, cuando Carlos Menem provincializó la educación. Para Yasky, del grupo de dirigentes de la Ctera “ella era la que tenía la mayor formación política y educativa, y fue la fuente en que nos inspiramos para la redacción de la ley de educación aprobada cuando en el gobierno de Néstor Kirchner se derogó la ley federal de Menem”.

Para Roberto Baradell, el titular de los docentes bonaerenses del Suteba, Maldonado “fue una militante integral”. “Stella tuvo una vida compleja, porque perdió a su primer compañero, que fue asesinado por la represión, cuando la primera de sus hijas era chica. Su otro marido también falleció, en un accidente de trabajo, cuando su segunda hija era niña. Y Stella crió a sus hijas mientras aportaba a la defensa de los derechos humanos, a la defensa de la escuela pública y de los intereses de los trabajadores. Fue muy feliz criando a sus hijas y estaba entusiasmada con su nieta. Era una persona muy equilibrada, muy profunda, con mucha inteligencia. Siempre decíamos que parecía una directora de escuela porque sabía conducir al conjunto. Y en los conflictos de la provincia de Buenos Aires ella, como integrante del Suteba, era la primera de la fila, encabezando y acompañando la pelea.”

Sus compañeros cuentan que tenía sintonía con los jóvenes y que era fanática de los Redonditos de Ricota. “La emocionaba toda la militancia de Abuelas, de Madres, de Hijos. Estaba muy convencida de que había que darle mucho más protagonismo a la juventud”, señaló Alejandro de Michelis. Al secretario de prensa de la Ctera se le quedó grabada una frase que Maldonado dijo hace dos años, cuando el gremio le entregó un reconocimiento, aludiendo a los cambios impulsados por el kirchnerismo: “Estoy segura de que nos merecemos este nuevo tiempo que ayudamos a parir y que vamos a seguir ayudando a crecer”.

El mal que la atacó fue muy rápido. Hace menos de tres meses tuvo una descompostura y debió ser internada. Inicialmente sus allegados pensaron que había sufrido una isquemia, pero los estudios detectaron que tenía un tumor en la cabeza.

Su muerte repentina conmocionó a la Ctera. “Es un dolor muy grande para todos, porque Stella recorrió todas las provincias, la conocen los compañeros de todo el país”, dijo anoche Sonia Alesso, dirigente de los docentes de Santa Fe y compañera de la fórmula con la que Maldonado había sido reelecta el año pasado con el 75 por ciento de los votos. Alesso quedará al frente de la Confederación.

“La conocí mucho, éramos muy cercanas. Era una militante incansable en defensa de la escuela pública pero también de los derechos humanos y en los juicios por el terrorismo de Estado, acompañando a las Madres, a Abuelas y a los Hijos. La vamos a despedir como corresponde, en el gremio, desde las 8 hasta las 15. Y la vamos a homenajear como nos enseñó, continuando la lucha por la escuela pública y por los trabajadores de la educación.”

Fuente: Laura Vales para www.pagina12.com.ar

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