Está abierta la inscripción a una de las becas de mayor peso dentro del universo de beneficios para estudiantes de carreras científicas, las becas Sadosky. Creadas por Exactas en 2003, consiste en 2 mil pesos mensuales, 12 meses al año. El seguimiento personalizado de los becarios, entre sus características más sobresalientes. No es una novedad que el universo de las becas para alumnos de educación superior tuvo un desarrollo notable en los últimos ocho años, con especial énfasis en aquellas destinadas a las carreras científicas. A nivel nacional, una de las más destacadas es la beca Bicentenario, que ofrece el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. La Fundación Mosoteguy y la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales también hacen su aporte, lo mismo que la UBA a través de las becas Sarmiento. Exactas, por su parte, desarrolló sus propias herramientas para atender las necesidades de los estudiantes con mayores problemas económicos, tratando de preservar su continuidad en las distintas carreras. Una de esas herramientas son las becas Sadosky, que es la más importante de las que aporta la Facultad. La Sadosky es financiada e instrumentada por Exactas. Creada en 2003 por el Consejo Directivo de esa facultad, tiene algunas características distintivas que la destacan: el dinero que aporta a cada beneficiario es superior a cualquier otra beca de grado y la convocatoria es abierta a todos los estudiantes. El único requisito para acceder a la Sadosky es tener aprobado el Ciclo Básico Común y, para no perder el beneficio, sostener el rendimiento en la carrera. El monto mensual que aporta es de 2 mil pesos mensuales (400 pesos más que el año pasado) que se pagan los 12 meses del año. “Son cerca de 35 los alumnos que hacen uso de esta beca. Según la época del año pueden llegar a 37, otras veces 32, de acuerdo con las variaciones de bajas y altas que se van dando”, indica Francisco Romero, quien está al frente de la Secretaría de Extensión, Cultura Científica y Bienestar de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA . La SECCB (según sus siglas) tiene a cargo la implementación y control de las becas locales y promoción de las becas externas, entre sus múltiples funciones. “El primer paso es el mismo que para el resto de las becas que ofrece la Facultad. La inscripción es vía web. A partir de la información del formulario, el equipo de trabajadores sociales de la Secretaría realiza un primer ordenamiento”. Después de esta etapa, el proceso se complejiza en sintonía con la importancia de la beca. “Se priorizan entre 40 y 50 casos y, a esos estudiantes, se los cita para una entrevista personal. A partir de ahí, con información más detallada, se priorizan nuevamente cerrando una lista de cerca de 30 postulantes, con los que se acuerdan visitas domiciliarias”. Esta acción cobra importancia a la hora de la ponderación fina. “Las visitas son necesarias para advertir las diferencias que, muchas veces, a través de los papeles o de las entrevistas pueden parecer menores y que se hacen más evidentes conociendo el entorno de los postulantes”. Una vez identificados, analizados y comparados los factores socioambientales, se establece la lista definitiva de beneficiarios. “Cada año suele haber cerca de 10 nuevas incorporaciones, de acuerdo a las bajas que se vayan dando por distintos motivos, pero lo normal es que mantengamos entre 30 y 35 becas activas continuamente”, sostiene Romero. “Treinta son financiadas por la Facultad y cinco por la Fundación Ciencias Exactas y Naturales. Exactas destina, en todos sus programas de becas, cerca de un millón de pesos anuales”. Otro dato interesante de la Sadosky es que, si el estudiante que la obtuvo cumple con la aprobación de materias tal como lo indica su plan de estudios, el beneficio se sostiene hasta el final de la carrera. “Para esta beca no hay requisitos de edad ni de promedio, como en el caso de las becas Sarmiento que da la UBA, y es importante destacar otra particularidad: Es un programa que, a diferencia de otros, tiene un fuerte seguimiento a lo largo del año por parte de los trabajadores sociales”, indica Romero. El seguimiento no sólo mantiene la atención en el posible incumplimiento de las condiciones y posterior suspensión de la beca sino que apela a colaborar con los alumnos que presenten problemas. “El reglamento establece la cantidad de materias que se deben aprobar en el año y eso, por supuesto, se tiene en cuenta, pero atentos a los posibles inconvenientes que puedan presentar los beneficiarios –a veces, problemas económicos graves–, se suele dar cierto margen para que puedan conservar la beca y se estimula a que hagan cursos de verano o rindan finales colgados. Hay estudiantes a quienes se los esperó un cuatrimestre o dos y que demostraron que valió la pena la espera; pudieron revertir su situación y terminar la carrera”, cierra Romero. Para inscribirse y obtener mayor información, dirigirse a: exactas.uba.ar > Extensión > Bienestar > Becas. Tutores Un complemento de alto valor que aporta la Sadosky son los tutores. Cada estudiante que recibe su beca debe contar con un tutor responsable del seguimiento académico. Hasta el año 2012, los tutores debían ser, por lo menos, Jefes de Trabajos Prácticos pero el Consejo Directivo modificó el reglamento permitiendo que ex becarios que se hayan graduado puedan cumplir también con esa función. La iniciativa surgió de los propios ex becarios. Fuente: Armando Doria para www.exactas.uba.ar]]>
-diciembre 5, 2024