El Gobierno inauguró un moderno complejo de investigación científica: el nuevo edificio de la Universidad de Buenos Aires cuenta con aulas de computación, laboratorios, salas con equipamiento multimedia y capacidad para alojar a más de 3 mil estudiantes e investigadores.
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“Hoy es un día de alegría para la Argentina porque nos proyectamos hacia un futuro mejor”, expresó el jefe de Gabinete, Juan Manzur, en la inauguración del edificio “Cero + Infinito”, un complejo de última generación destinado a fortalecer la investigación científica. “Es un edificio para la producción de conocimiento y para generar los caminos para que ese conocimiento se transforme en mejoras en las condiciones de vida de nuestra gente”, añadió el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus.
La construcción –que pertenece a la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y se encuentra ubicada en la Ciudad Universitaria– es un proyecto con diseño sustentable y capacidad para alojar a más de 3.000 investigadores y estudiantes. El nuevo edificio cuenta con una superficie de 8.500 metros cuadrados dispuestos para el funcionamiento de aulas de docencia, salas-laboratorios de computación, oficinas de investigación, biblioteca y salas con equipamiento multimedia. Además, tiene espacios de estudio con grandes ventanales y un parque con plantas ubicado en el centro del complejo –que, en total, posee 17.200 metros cuadrados–.
Además de Manzur y Filmus, participaron del acto el gobernador bonaerense Axel Kicillof; el ministro de Educación, Jaime Perczyk; y los exministros de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao y Roberto Salvarezza. “Para mí es una emoción enorme, porque este proyecto me toca tanto en mi rol de Ministro como de docente de la UBA e investigador del CONICET”, expresó Filmus y remarcó la importancia de que la inversión en “ciencia y la tecnología” sea “una política de Estado” que permita “cambiar la matriz de producción y generar condiciones para un desarrollo soberano y autónomo”.
El complejo fue diseñado por el arquitecto de la UBA Rafael Viñoly e impulsado, entre otros organismos, por el Ministerio de Ciencia. Lo planificaron, ideadaron y pensaron en 2006, pero debido a su alto costo –un total de 50 millones de dólares al finalizar el proyecto–, quedó postergado hasta que en diciembre de 2013 se aprobó un crédito del Banco de Desarrollo para América Latina (CAF), con la firma del exministro de Economía y actual gobernador Kicillof, que permitió financiar la obra completa.
Durante el encuentro, Kicillof dijo que observaba al nuevo edificio “como quien ve una ecografía y después conoce al niño cuando nace, porque vimos montones de maquetas en su momento de gestación y me acuerdo que era un proyecto hermoso pero muy caro y por eso fuimos a pedir el apoyo del CAF”. Por su parte, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, expresó: “Qué distinta sería la Argentina si el crédito público, la deuda externa, en vez de haber sido empleada en la fuga, hubiese sido empleado de este modo”.
Al cierre del acto, Manzur señaló que este centro “casi único en América Latina no tiene nada que envidiarle a ninguno a nivel mundial”: “Tres mil científicos van a venir acá a investigar y a mirar hacia adelante a través de la ciencia y la tecnología”, sostuvo, y concluyó que es “un paso enorme” para la Argentina y “la esperanza de un futuro mejor”.
Estuvieron presentes además el rector de la UBA, Alberto Barbieri; la presidenta del CONICET, Ana Franchi; el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Juan Carlos Reboreda; el presidente del CAF, Sergio Díaz Granados, y su vice, Christian Asinelli; y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, además de funcionarias y funcionarios del MINCyT y otros ministerios nacionales.
Fuente: www.pagina12.com.ar