COVID-19 fuera de las aulas

Claustros en acción: miles de voluntarios de la UBA y otras universidades públicas ayudan a combatir la pandemia, mientras en las últimas horas comenzó en CABA  la campaña de vacunación a los adultos mayores. La solidaridad también se activó en otras universidades públicas, donde se preparan para colaborar en distintas acciones, como atender a los repatriados en cuarentena y realizar los primeros controles a pacientes con síntomas.

Esta semana 80 estudiantes de la UBA, en su mayoría de 4to, 5to y 6to año de Medicina, ultimaron detalles para empezar a coordinar los centros de vacunación para adultos mayores en la Ciudad de Buenos Aires

Entre ayer y hoy (10/4/20) arrancó el trabajo de los voluntarios de la Universidad de Buenos Aires en la campaña de vacunación antigripal destinado a las personas mayores de 65 años. Incluye 80 sitios entre escuelas, centros comunitarios y centros religiosos. Se suman en total cerca de 600 voluntarios, en su mayoría de cuarto, quinto y sexto año de Medicina de la UBA, incluidos los coordinadores de los 80 centros.

La Argentina ajusta los preparativos para el pico de la pandemia. La Ciudad y la provincia de Buenos Aires son las dos zonas donde se prevé que la crisis podría golpear con mayor dureza. En este contexto de anticipación vertiginosa, varias universidades nacionales impulsaron amplias convocatorias para sumar voluntarios en la pelea contra el coronavirus. Y, afortunadamente, en pocos días se logró contar de a miles los estudiantes y docentes dispuestos a dar una mano.

En total, 600 voluntarios de la UBA aplicarán la vacuna antigripal a adultos mayores en el marco de la campaña implementada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

En total, 600 voluntarios de la UBA aplicarán la vacuna antigripal a adultos mayores en el marco de la campaña implementada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Son 7.400 en la Universidad de Buenos Aires, en su mayoría estudiantes avanzados de las facultades de Medicina y Odontología; más de 1.600 en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que se sumarán a las distintas áreas del sistema de salud y a tareas comunitarias o de logística; y una cifra similar se ofreció en la Universidad Nacional del Sur (UNS), en la localidad bonaerense de Bahía Blanca, dispuestos a hacer las compras de alimentos o remedios para los adultos mayores que lo necesiten y elaborar alcohol en gel, en el caso de los estudiantes de farmacia.

La Universidad Nacional de Quilmes (UNQui), en tanto, reunió a un centenar de voluntarios: 75 estudiantes de distintas carreras para asistir telefónicamente a adultos mayores y 25 estudiantes y docentes de enfermería para participar en la campaña de vacunación antigripal de las poblaciones de riesgo en el municipio de la zona sur del Conurbano.

En poco más de una semana, los responsables del Programa “UBA en Acción” llevaron adelante todo el trabajo de inscripción que luego derivó en la organización por grupos y, finalmente, en la distribución de tareas y turnos de trabajo. El resultado: 7.339 voluntarios, entre estudiantes, egresados, docentes y no docentes. “Es el total de voluntarios inscriptos a disposición para cubrir las necesidades de las áreas de salud. Los organizamos para cubrir 1.500 puestos en turnos rotativos de 6 horas”, informó a Infobae Matías Rojo, médico residente del último año de la carrera y consejero de graduados de la Facultad de Medicina de la UBA.

Básicamente, los voluntarios se preparan para colaborar en cuatro tareas sanitarias concretas: la campaña de vacunación antigripal para la población de riesgo; la atención de las líneas 107 y 147 de la Ciudad de Buenos Aires; la asistencia de las personas que arribaron del exterior y cumplen la cuarentena en hoteles-hospitales organizados por el Gobierno porteño; y la atención en las carpas montadas en la entrada de los hospitales porteños, denominadas Unidades Febriles de Urgencia (UFU), un circuito cerrado creado para la atención de pacientes febriles sospechosos de COVID-19 que evita la aglomeración de personas en las guardias.

Josefina Ingrassia (29) y Mercedes Montoro (29) son graduadas de Odontología de la UBA y están colaborando en la atención de los pasajeros repatriados que cumplen cuarentena en los hoteles-hospitales organizados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Josefina Ingrassia (29) y Mercedes Montoro (29) que aparecen en la foto son graduadas de Odontología de la UBA y están colaborando en la atención de los pasajeros repatriados que cumplen cuarentena en los hoteles-hospitales organizados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Cerca de 120 alumnos de 4° y 5° año de la carrera de Medicina fueron seleccionados para ayudar en la línea de atención del 107, organizados en distintos grupos de manera tal que cada uno cumple turnos de 6 horas, tres días a la semana.

Otros 500 estudiantes de medicina, odontología y enfermería, capacitados para vacunar, fueron destinados a la campaña de vacunación antigripal. Una de las voluntarias que harán esta tarea es Lucía Kogutek, estudiante del Internado Anual Rotatorio (IAR), la última etapa en la carrera de Medicina. “Como futura profesional de la salud me parece muy importante poder colaborar en esta emergencia sanitaria. Fui convocada para las tareas de vacunación contra la gripe y, de esta manera, se busca descomprimir el trabajo de los profesionales que realizan estas tareas y que ahora están ocupándose de los pacientes con coronavirus”, explica a Infobae.

Unos 700 estudiantes del último año de la carrera, médicos ya recibidos y docentes estarán en las UFU, donde los pacientes pasarán por lo que se conoce como “triaje”: el lugar donde se hará el primer control a los pacientes. Allí se determinará si el paciente tiene síntomas positivos de coronavirus y, de ser así, tendrán que derivarlo para su internación hospitalaria o no.

En las UFU va a colaborar Maximiliano Ink, que también está realizando el aprendizaje práctico del IAR. En diálogo con Infobae, dice que para él “es un deber hacer todo lo que pueda para ayudar en la pandemia. Me estoy preparando para trabajar en las carpas instaladas en la entrada de los hospitales para ofrecer la primera contención a las personas con síntomas de coronavirus”. Play

Desde que comenzó el aislamiento, el Gobierno de la Ciudad alojó casi 2.900 pasajeros que llegaron a la Argentina provenientes de países de riesgo, en más de 20 hoteles privados y sindicales, en su mayoría cerrados y sin turistas, lo que demandó un considerable esfuerzo logístico y de recursos.

“Para esta acción sanitaria seleccionamos médicos y alumnos del último año de la carrera de Medicina, también enfermeros, todos con nociones acerca del uso del equipo de bioseguridad descartable. Llevan adelante una acción de voluntarismo puro. Ellos cuentan con los permisos especiales para circular en la cuarentena y los seguros que corresponden para estos casos, para lo cual la UBA firmó convenios con las distintas áreas de salud”, explica a Infobae Jordi Passart, odontólogo, responsable del Programa “UBA en Acción”.

Infobae habló con cuatro odontólogos que se recibieron hace poco y están ayudando en la logística necesaria para el funcionamiento de estos hoteles. Con cofia, guantes, camisolín, barbijo, máscara y cubrebota, entregan la comida en cada habitación, retiran los desechos, entregan medicamentos, reciben los envíos de manos de familiares y también los pedidos de delivey que hacen algunos pasajeros.

Leandro Scoccimarro (31) es estudiante de 6° año de Odontología. Se inscribió como voluntario y está brindando asistencia en el hotel Sarmiento Palace Hotel, en Sarmiento al 1900. “Repartimos las comidas y contenemos a los ciudadanos que se encuentran en cuarentena obligatoria. También asesoramos e instruimos en cuestiones de bioseguridad al personal del hotel y a otros voluntarios, algo clave para el correcto manejo de la situación que amerita medidas estrictas”.

Cuenta también que, por lo general, la respuesta de la gente que tiene que estar 14 días aislada en el hotel –algunos solos, otros con su familia, incluso con hijos chiquitos– es muy positiva. “Esta semana nos dejaron un cartel de agradecimiento muy lindo”, destaca.

Josefina Ingrassia (29) se recibió de odontóloga en 2016. Al igual que otros compañeros voluntarios, forma parte del programa “UBA en Acción” que funciona todo el año, en el caso de esta carrera, brindando atención odontológica gratuita en los barrios más carenciados de la Ciudad de Buenos Aires. “Colaborar en acciones concretas en esta emergencia sanitaria me parece una buena iniciativa para seguir estando al servicio de la comunidad”, dice Josefina, y apunta que espera indicaciones para rotar a otras tareas programadas como la asistencia a adultos mayores, a través de la línea 147, y también de personas en situación de calle.

“Se necesita mucha ayuda en diferentes actividades”, asegura Agostina Guerra (27), coordinadora del equipo de voluntarios de la UBA en el hotel Sarmiento Palace, que se recibió de odontóloga hace dos años y es docente en la facultad. “A pesar de que todos los pasajeros tienen ganas de volver a sus casas, siempre que les tocamos la puerta nos agradecen un montón la asistencia”, cuenta a Infobae.

Línea 107 y asistencia a adultos mayores

Los voluntarios de la UBA coordinarán y vacunarán en 80 sitios de la Ciudad, entre escuelas, centros comunitarios y centros religiosos

“Los voluntarios que atenderán la linea 107 recibirán, en su mayoría, llamadas vinculadas al COVID-19, pero también las que son propias del SAME, como los pedidos ante accidentes e infartos. Por eso es clave el conocimiento de la temática para poder responder y derivar adecuadamente cada caso”, indica a Infobae Tomás Mestre, director general de Políticas de Juventud del Gobierno porteño.

“Otros voluntarios –explica Mestre– colaborarán con el programa para asistir a los adultos mayores que necesiten ser acompañados en esta etapa de aislamiento obligatorio. Será, por un lado, a través de la vía telefónica, pero también va a tener un fuerte componente logístico para que puedan ser asistidos en las compras en farmacias, supermercados, comercios minoristas, pasear una mascota o cualquier otra necesidad que pueda surgir. También se prevé la asistencia de personas en situación de calle y la derivación a los paradores de la Ciudad que cuentan con camas, duchas, comida y contención de equipos profesionales. Y, en el mediano plazo, analizamos la posibilidad del reemplazo del personal que hace tareas administrativas en los hospitales porque, en función del crecimiento de la demanda, podría ser afectado a otras tareas”.

La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) realizó dos convocatorias de voluntarios: una de alumnos de distintas carreras para asistir telefónicamente a adultos mayores que permitió cubrir el cupo de 75 estudiantes para asistir a 750 personas mayores: y otra convocatoria a alumnos avanzados de la carrera de enfermería que se dicta en la universidad para participar de la campaña de vacunación que está por comenzar en el municipio de Quilmes. En total, se armó un grupo de 25 voluntarios, entre estudiantes y docentes, que vacunarán en puestos fijos y otros móviles que rotarán en las colas de los bancos.

El testimonio de Ana María Rocha, vecina de Quilmes, muestra el efecto que causa la tarea del voluntariado. “Me acaban de llamar desde la Universidad de Quilmes a la cual concurro a sus talleres para adultos mayores. Con calidez y respeto, una joven llamada Verónica se interesó por mí, por mi salud, mis trámites, mis dudas y me ofreció su ayuda. Me llenó de orgullo y tibieza el corazón que un organismo del Estado me tienda su mano”.

“Estas tareas nos están ayudando a agudizar nuestra sensibilidad y empatía”, reflexiona Gabriela Adur, coordinadora del voluntariado. “Hacemos bien en cada llamado: escuchamos a las personas mayores que en este momento tan difícil en el que muchos no tienen una red de apoyo con quien hablar o tan solo escuchar”. Su compañera, Alberta Bottini, también coordinadora del voluntariado, subraya: “Poder acompañar a las personas mayores es una tarea muy necesaria. No solo se trata de brindar información, sino de poder acompañar en la cotidianidad, charlar un poco de lo que nos pasa a todos. En estos tiempos, el cuidado es esencial y necesita ser valorado”.

Frente a la pandemia de coronavirus, las autoridades de la UNQ también dispusieron un paquete de acciones colaborativas: un laboratorio con científicos locales comenzó a hacer diagnósticos de coronavirus de acuerdo al plan de descentralización que inició el Gobierno provincial; una parte de su infraestructura se prepara para funcionar como centro de aislamiento sanitario para albergar casos leves de personas con el virus y su Escuela Secundaria Técnica, ubicada en Ezpeleta, presta su cocina para preparar 520 raciones de comida diarias para los vecinos de la zona; es uno de los 140 puntos de entrega de comida organizados por el municipio de Quilmes.

Las convocatorias de la UNLP y la UNS

La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) también lanzó una convocatoria para reunir voluntarios para desempeñarse en las distintas áreas del sistema de salud y en tareas comunitarias o de logística. Así, con la voluntad de más de 1.600 estudiantes, graduados, docentes y no docentes “se conformó una base de datos que se activará en forma parcial ante la solicitud de los organismos competentes en materia sanitaria para poder responder a las demandas del Estado nacional, provincial y de los municipios de la región”, informaron a Infobae en la casa de estudios platense.

Hace unos días, en la ciudad de Bahía Blanca, la Universidad Nacional del Sur (UNS) armó una campaña de voluntarios para ayudar en la emergencia. Se anotaron 1.600 interesados, entre alumnos y profesionales, que por el momento se organizaron en grupos que brindan ayuda telefónica a personas con discapacidad y adultos mayores, y otros, formados por estudiantes de la carrera de farmacia, que elaboran alcohol en gel. Según explicaron en la UNS, la base de datos con los adheridos está a disposición de los organismos de gobierno que coordinan la intervención ante la emergencia sanitaria.

Fuente: Graciela Gioberchio para www.infobae.com

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