El Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao; el Ministro de Economía, Axel Kicillof, y Alberto Barbieri, rector de la Universidad de Buenos Aires, anunciaron la construcción de Cero+Infinito; un edificio destinado al desarrollo de la computación, investigación y un Instituto de Cálculo, entre otros.
Barañao expresó que “es una obra emblemática para la ciencia argentina, que tiene implicancias científicas y políticas sumamente importantes. Se lograrán soluciones para problemas locales, y una mayor y mejor interacción entre docentes e investigadores”.
El edificio cuenta con un sistema de ahorro energético que permite disminuir el consumo hasta en un 50%. Además es autosustentable, y dado su planeamiento, resultará de fácil mantenimiento a futuro. Tiene dos parques estructurados para conservar los árboles del lugar que, sumado a la superficie cubierta del edificio –de 17.200 m²- suman un total de alrededor de 20.000 m². Respecto del interior, consta de dos plantas: la inferior estará destinada a aulas y la superior a oficinas de computación, el Instituto de Cálculo y el CELFI (Centro Latinoamericano de Formación Interdisciplinaria). Por último, el techo será vegetado.
“El nuevo edificio es sumamente importante porque significa una ampliación del espacio de docencia e investigación para la Facultad Ciencias Exactas y Naturales” afirmó Barbieri, y agregó que “no concebimos una Universidad sin investigación, y pretendemos seguir creciendo, buscando la internacionalización del conocimiento”.
Por su parte, Kicillof afirmó que “esta obra es un ejemplo de la combinación de crecimiento e inclusión social”.
La obra
El proyecto se ubicará en Ciudad Universitaria de Buenos Aires, ocupando un terreno de forma trapezoidal con frente a acceso vehicular. Hacia el Este se ubica el Pabellón I de la Universidad, el cual estará conectado a la nueva obra a través de un Anexo.
Con una superficie cubierta total de 17.200 m2, albergará a los departamentos de Computación, Ciencias de la Atmósfera y los Océanos, al Instituto del Cálculo y a un nuevo centro interdisciplinario de formación.
Los usos del edificio se distribuirán en dos plantas principales y un subsuelo. Dos patios abiertos que permitirán el vínculo con el exterior y posibilitarán la iluminación natural del interior del edificio.
Fuente: www.uba.ar