Pia Pakarinen, funcionaria finlandesa, reveló las claves de la educación de su país: “Apostamos a la confianza en los maestros”. De visita en Buenos Aires, la vice-alcadesa de Educación de Helsinki fue una de las principales oradoras del encuentro de Upward. En diálogo con Infobae, consideró: “Nuestros principios educativos son trasladables a cualquier lugar”.
Pia Pakarinen es la vicealcaldesa de Educación de Helsinki, Finlandia. Antes también había sido presidenta de la Junta de Educación. Conoce de primera mano los pormenores del sistema educativo más elogiado y revisado por el mundo en las últimas dos décadas, a partir de que se ubicara en la cima en las primeras pruebas PISA del 2000.
De visita por Buenos Aires, invitada por UPWARD Argentina, Pakarinen fue una de las principales oradoras del “Encuentro Internacional de Mujeres Líderes en Educación y Tecnología”. Antes de la reunión, la funcionaria conversó con Infobae.
-¿Qué están haciendo en educación para acortar la brecha de género en profesiones como ciencia e ingeniería?
-El trabajo en las habilidades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) empieza en el jardín de infantes. Nosotros capacitamos a nuestros maestros para tratar por igual a las chicas y a los chicos. Buscamos empoderar a las niñas en materias como matemáticas y ciencias, que suelen ser vistas como masculinas Aquí la profesión docente es muy apreciada. Generalmente los mejores estudiantes buscan transformarse en maestros. Y muy frecuentemente las mejores alumnas son mujeres.
-¿Cuán difícil es convertirse en docente?
-Es muy difícil. La selección es muy exigente. Pero una vez que se reciben se los apoya. Nosotros no tenemos inspectores que monitorean su trabajo. Nuestro sistema se basa en la confianza en los maestros. Son ellos los que se evalúan a sí mismos en compañía del director de cada escuela. Uno de los puntos que suelen diferenciarnos es que se conforman equipos docentes: suele haber dos o tres adultos en frente de una clase. Y se evalúan y ayudan entre ellos.
-En esa línea, ¿tienen buenos sueldos los docentes?
-No son los mejores pagos del país, pero sí están bien remunerados.
-¿Cuál diría que es hoy la principal preocupación del sistema educativo finlandés?
-La segregación. Es un problema en todas las ciudades. Nuestra situación no es tan compleja como en otros países. Todas las escuelas son buenas escuelas en Helsinki. Generalmente las familias eligen aquellas que les queda cerca de sus casas. Pero tratamos de evitar que crezca el negocio de las escuelas, que haya unas mejor consideradas que otras. Nos estamos concentrando en eso.
-¿Por qué piensa que una de las sociedad más igualitarias también sufre de segregación escolar?
-Tuvimos una fuerte inmigración en los últimos años. En Helsinki el 20% de los alumnos son inmigrantes. Tenemos que asegurarnos de que ellos también se puedan integrar, que sus raíces no sean un impedimento para ellos. En Finlandia no importa de donde vengas. Nuestra intención es que todos tengan las mejores oportunidades para formarse, pero muchos de los que llegan no tienen la mejor preparación académica o no hablan nuestro idioma. Ese es hoy nuestro principal desafío.
-Uno de los puntos que suelen destacar de su sistema educativo es la supuesta felicidad de los chicos. ¿Cómo combinan eso con enseñanza de calidad?
-Tenemos a la gente más feliz del mundo. Y de acuerdo a nuestros estudios, el 90% de los chicos son felices en clase. Pero sí hay otro 10% que tiene problemas, que son víctimas de bullying. Estamos implementando un nuevo programa, además del que ya tenemos, que consiste en abrir un abanico más amplio para enfrentar el acoso. Hay múltiples vías para abordarlo.
-El sistema educativo finlandés se hizo famoso a partir de que salieron primeros en PISA, pero en las últimas pruebas sufrieron una caída. ¿A qué lo atribuyen?
-Si, logramos instalarnos en los primeros planos por el nivel de nuestros maestros y por la libertad que otorgamos a las escuelas. Obviamente tenemos un diseño curricular estatal para cada nivel, pero al mismo tiempo cada escuela propone modificaciones en esa currícula. Esas fueron las claves de nuestro éxito. Creo que todavía seguimos teniendo un sistema exitoso, pero sufrimos una caída. En nuestra ciudad, Helsinki, pudimos mantener los resultados. En otras ciudades cayó levemente. Pero no creo que sea por una cuestión puntual. Mientras mantengamos los estándares que nos llevaron a ese reconocimiento, seguiremos por el camino correcto.
-Se habla mucho de la tecnología en el aula. ¿Qué valor le dan ustedes?
-Creo que los dispositivos solo son una manera nueva de hacer las cosas. Yo he visitado escuelas de otros países y están muy avanzados en lo que es inclusión de tecnología, pero en Finlandia siempre comenzamos con el punto de vista pedagógico. Tratamos de incorporar plataformas y aplicaciones en el aula, pero siempre con un sentido educativo. La mirada pedagógica va antes. No buscamos impresionar desde lo tecnológico.
-¿Qué puntos cree que son trasladables a nuestra educación en Argentina?
-Nuestros principios educativos son muy sencillos. No hay grandes secretos. Se cimientan en la buena preparación y consideración de los maestros, que es aplicable a cualquier lugar. Y después la confianza: dar libertad a las escuelas. Por ende, no veo por qué esos puntos no pueden ser trasladables a otros países.
-¿Cómo trabajan de cara a un futuro que casi todos califican de impredecible? ¿Cambió el foco en la educación?
-De distintas maneras. Por ejemplo, ponemos el foco en formar en habilidades de emprendedurismo porque sabemos que el trabajo va a estar más fragmentado. Muchos de ellos no van a trabajar en las clásicas empresas u oficinas. También tenemos que darles herramientas para aprender por sus propios medios. Cuando yo iba a la escuela reteníamos un montón de contenido en la cabeza, se trataba de memorizar. Hoy la información está al alcance de la mano. Lo que hay que lograr es que sean críticos con aquello que leen.
-¿Implementaron cambios en esa vía?
-Sí. Tenemos el “aprendizaje por fenómenos”. No se trata solo de tener materias separadas: matemática, física, lectura. Si no en pensar en grandes temas como la sustentabilidad, la ciudad de Helsinki. Entonces los alumnos usan todas las habilidades de las diferentes asignaturas. Y eso obviamente representa un gran cambio.
-Acá se plantean cambios en ese camino también, sobre todo, en el secundario. ¿Cómo lograron la transformación en el modo de enseñar?
-Cuando se hacen cambios de este tipo no se instrumentan estrategias “top-down” (de arriba hacia abajo). Se trabaja con la comunidad. Con los mejores profesores universitarios diseñamos los nuevos estándares curriculares y se trabajó con los maestros, se les dio herramientas muy prácticas para que lo puedan hacer. Abrimos la discusión, yendo escuela por escuela. Fuimos modelando más que capacitando.
Fuente: Maximiliano Fernández para www.infobae.com