El camino comienza con Ana Frank, en Ámsterdam, para luego ir al Monte Ararat y conocer al poeta armenioVahan Tekeyán.
“Zamba molesta a algunos sectores del pensamiento de Argentina“, había dicho Alberto Sileoni, el entonces ministro de Educación, durante el estreno del episodio en noviembre, previo a la presentación de un libro de enseñanza de Genocidio Armenio publicado en conjunto con el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica.
“Vamos a recordar a todos, porque todos son nuestros muertos“, planteaba Sileoni. “No hay muertos que están más cerca de nuestros corazones. Vahan Tekeyan está cerca del corazón de la comunidad armenia, y Ana Frank está cerca de la comunidad judía e Inmaculee está cerca de una comunidad que conocemos menos y Rigoberta es nuestra. La educación -afirmaba el entonces ministro- también debe promover que todos esos muertos tengan el mismo status, que tengan la misma categoría, que nos salga hablar de ellos del mismo modo en que se habla de los conocidos”.
Fuente: www.prensaarmenia.com.ar