Las editoriales universitarias apuestan a nuevos lanzamientos para el despegue. A pesar de los embates causados por la pandemia, varios responsables de los sellos de las casas de estudios muestran su optimismo para 2021 y plantean estrategias de difusión.
Desde hace años el sector editorial denuncia un estado de crisis. La pandemia de COVID-19 contribuyó a empeorar un panorama signado por los aumentos en los costos de producción y el avance de los medios digitales. Sin embargo, los libros resisten los pronósticos apocalípticos. En sintonía con el adagio “lo que no te mata te hace más fuerte”, las editoriales universitarias se reponen a los obstáculos provocados por las diversas hecatombes y se aggiornan a los nuevos tiempos. Librerías virtuales, descuentos para lectores, obras digitales y novedosos lanzamientos son algunas de las estrategias para superar el oscuro prólogo del coronavirus y, ahora sí, poder dar vuelta la página.
“Somos optimistas”, sostienen desde las editoriales universitarias luego de hacer un balance sobre lo que, creían, era un año perdido. “Estamos muy contentos porque en 2020 nos fue muy bien a pesar de la pandemia. Pudimos publicar 43 novedades y así colocarnos como una de las editoriales más productivas de la provincia”, afirma José Ortega, director de la editorial de la Universidad Nacional de Córdoba.
En diálogo con el Suplemento Universidad, Ortega anticipa que tienen “un cronograma bastante agresivo” para el 2021. En un principio, el sello de la casa de estudios cordobesa planea publicar entre 10 y 20 novedades en el próximo semestre. Entre las más destacadas aparecen Elaboración de normas constitucionales, del profesor Walter F. Carnota; Dialécticas normativas, una obra filosófica escrita por Nicolás Olivares y coeditada junto a la editorial de la Universidad de Buenos Aires; Córdoba y China: un mundo de oportunidades. Claves para una relación imprescindible, de Santiago Notarfrancesco; la antología Algo que arde, del poeta Leandro Calle; Un federalismo en pausa. Normas, instituciones y actores de la coordinación intergubernamental en la Argentina, de Marcelo Bernal y Valeria Bizarro; y Celebrar. Una antropología de la fiesta y la performance, de María Gabriela Lugones y Gustavo Blázquez.
Además, en los próximos días, la editorial abrirá la convocatoria anual para nuevas publicaciones. El año pasado, durante la fase I de la cuarentena, la iniciativa #QuedateEnCasaEscribiendo fue un éxito rotundo. “Tuvimos 600 postulantes de todas las provincias y de 17 países y seleccionamos más de 40 obras para una antología que se publicó en forma digital y que se puede descargar de forma libre y gratuita en nuestro sitio web”, explica Ortega, acerca de Tiempo de contar, que reúne cuentos, crónicas y relatos escritos por jóvenes de toda la región.
Una vidriera para el pensamiento
Eudeba, la editorial de la UBA, renueva su catálogo con motivo del bicentenario de la casa de estudios. Bajo la dirección del historiador Pablo Bushbinder, publicará cuatro tomos sobre la historia de la universidad, que recorrerán los hitos más importantes de la institución. Además, planea ampliar sus colecciones con novedosos adelantos para los próximos meses. La colección Derechos Humanos incorporará un libro sobre la ESMA, con la colaboración de Sergio Torres, quien fue juez de la causa y en la actualidad es miembro de la Suprema Corte de Justicia bonaerense. La colección Economía añadirá una obra de Andrés López sobre los nuevos sectores de la economía argentina y la repercusión en las políticas públicas, mientras que a Ciencia Política llega el politólogo italiano Gianfranco Pasquino y su análisis sobre la crisis de la democracia con su obra Bobbio y Sartori.
“Estamos trabajando para que este sea un año con 100 novedades aproximadamente”, anticipa el director de Eudeba, Luis Quevedo.
Uno de los compromisos es aproximarse a los lectores jóvenes. Por esa razón, y en el marco de los dos siglos de la UBA, Eudeba lanzará tres libros de historietas con los hitos más importantes de la universidad. Entre ellos se destacan las historias sobre los Premios Nobel y los relatos sobre las mujeres pioneras de la institución. Además, se agrandarán las secciones infantiles con nuevos títulos de la colección de cuentos Chiribitil y la de divulgación ¿Querés saber?
El sello de la Universidad Nacional de La Plata, Edulp, pudo soportar también el golpe de la pandemia y terminar el año pasado con más de 60 títulos publicados. “Nos fue muy bien a pesar de la pandemia”, explica el director de Edulp, Facundo Ávalos, y asegura que no todo fue negativo en el año del encierro: “Gracias a la experiencia del año pasado pudimos ver la gran demanda que había de libros digitales”.
Con el horizonte puesto en la pospandemia, la editorial de la UNLP prepara sus próximos lanzamientos. En la colección de Derechos Humanos se destacan Memorias de una vida rebelde, de Florencia Baez Damiano, y Conversaciones en plural. Educación superior, Derechos Humanos y desigualdad en tiempos de pandemia, de Verónica Cruz y María del Rosario Badano. Además, se incorporarán al catálogo nuevos libros sobre temáticas de género: Un brillo concheperla, de José Amícola; la obra de teatro Hablarle al oído a King Kong, de Blas Arrese Igor, y el poemario Un mal sueño sin sonido, de Mario Azteca.
A diferencia de las grandes editoriales, los sellos de las universidades no se rigen únicamente por la lógica del mercado. Es la bibliodiversidad el faro que las ilumina para poder incorporar al mercado temáticas novedosas de interés social y regional. Así lo destaca Ávalos: “Las editoriales comerciales solo apuestan a los autores que ya han trabajado, dejando de lado a escritores emergentes y a temáticas diversas. Las editoriales universitarias están más atentas a todas las temáticas y todos los autores emergentes que, sin ninguna duda, no tendrían lugar en las editoriales comerciales, que dejan afuera un montón de temáticas y un montón de narrativas. Si las editoriales universitarias no toman esa posta, estos están condenados a desaparecer”.
Desde el conurbano bonaerense, UNSAM Edita (Universidad Nacional de San Martín) planificó más de 10 novedades. Entre las más destacadas se encuentran Lo irrepresentable. El malestar en la imagen contemporánea, de Carlos Gustavo Motta; Del taller al Altiplano. Museo y academias artísticas en el noroeste argentino, de Pablo Fasce; La crisis de los regímenes progresistas y el legado del socialismo de Estado, de Klaus Meschkat; y Alternativas al colapso socioambiental desde América Latina, de León Enrique Ávila Romero.
Estrategias para sobrevivir
Daniel González, coordinador de Ediunju, la editorial de la Universidad Nacional de Jujuy, señala las dificultades que instaló la pandemia en los sellos del interior del país: “El año pasado trabajamos al 20 por ciento de nuestra capacidad. Estamos tratando de adaptarnos a esta nueva realidad”. Por otro lado, reconoce que el contexto de crisis los obligó a modernizarse y a volcar su trabajo hacia los libros electrónicos: “La pandemia primero nos demoró y ahora nos empuja”.
Para este año, Ediunju presenta un catálogo distinto, asequible tanto en formato papel como en digital. En él aparecen, además de los libros de cátedra, dos tomos de las obras literarias completas de Ernesto Aguirre; Forastero y Epístolas, de Jorge Accame; y la obra antropológica Las tramas del desarrollo. Estudios y Propuesta interdisciplinares para Jujuy, de Liliana Bergesio, Alejandra Garcia Vargas y Laura Golovanevsky.
En una situación similar se encuentra Eduvim (Universidad Nacional de Villa María). “A nosotros la pandemia nos golpeó muy fuerte porque se cayó la cantidad de libros que vendíamos en librerías”, detalla su director, Carlos Gazzera. Según él, la editorial vendió “entre un 40 y un 45 por ciento menos de libros”, pero, al igual que la universidad de Jujuy, encontró un salvavidas en la digitalización. “Gracias al teletrabajo que incorporamos durante el año pasado, para este 2021 estamos arrancando con más elementos y mayor calidad de trabajo. Tenemos un plan muy ambicioso: 60 títulos para este año”, sostiene Gazzera. Entre las novedades, Eduvim destaca una nueva traducción de Edipo Rey, a cargo de Inés Saravia; El oficio del poeta, de Cesare Pavesse; De la grieta a las brechas, de Alicia Gutiérrez; Derivas de la sangre. Performatividades discursivas en Abuelas de Plaza de Mayo, de María Marta Quintana; y ¿Qué hacemos con las cosas del pasado?, de Agustina Triquell, entre otras.
Llegó para quedarse
A diferencia de lo que podría creerse, no todo es rivalidad entre el libro y las nuevas tecnologías. Con la digitalización, el mercado editorial pudo sobrevivir a la crisis económica mundial más grande después del crack de Wall Street en 1929.
Según datos de la Librería Universitaria Argentina, la Red de Editoriales Universitarias Argentinas (REUN) publica cerca de 2.000 títulos anuales, una cantidad que se extiende por más de 50 editoriales académicas de todo el país y alcanza cerca del 10 por ciento del total del mercado de libros nacionales. Teniendo en cuenta que durante 2020 casi la totalidad de las ventas se realizaron mediante la web, lo menos que el libro le debe a la pantalla es una sincera disculpa.
Desde que las editoriales universitarias se volcaron hacia el mundo digital, no hicieron más que sorprenderse de los resultados; por una parte, con el incremento en las ventas, pero en mayor medida debido a la exposición que recibieron a través del alcance virtual.
“Para nosotros, llevar un libro a Buenos Aires es perder plata”, admite González, de Ediunju, y continúa: “Gracias a la digitalización pudimos resolver un tema muy grave para nosotros que es la distribución. Digitalizando y produciendo libros electrónicos vamos a poder llegar a mucha gente a la que hoy no podemos llegar”.
En sintonía con González, Ávalos, de Edulp, expresa su asombro ante los resultados que tuvo el mercado virtual durante 2020. “Descargaron nuestros libros en lugares que uno jamás creería, desde Finlandia hasta Sudáfrica”, detalla.
“A nosotros, el E-commerce nos subió entre un 80 y un 85 por ciento en relación al 2019. Son datos para tener algún optimismo”, asegura Gazzera, de Eduvim.
Atrás quedó un año en que la pandemia marcó una crisis editorial atravesada por realidades particulares. A pesar de todo, la esperanza parece vislumbrarse en el horizonte.
Fuente: Juan Manuel Romero para www.pagina12.com.ar