En reclamo de la reapertura de la negociación salarial, los docentes realizan hoy un paro nacional de 24 horas. La huelga afectará a escuelas públicas y privadas de todos los niveles, así como a las universidades, y fue precedida de un fuerte cruce con el ministro de Educación, Esteban Bullrich, que insistió en que el Gobierno no reabrirá la paritaria porque considera que el aumento dado a los docentes “fue significativo”. El funcionario aseguró también que hubo “una caída de la inflación”.
Los gremios piden un aumento que compense la pérdida de poder adquisitivo que sufrieron los sueldos por el tarifazo y la suba de los precios. Su piso salarial quedó en 8500 pesos; si bien hay una mayoría de provincias que lo superan, no sucede lo mismo en las de menores recursos. El pedido de una recomposición es, de todas maneras, generalizado, ya que incluso en los distritos donde se llegó a los mejores acuerdos paritarios, como en la provincia de Buenos Aires, donde fue del orden del 34,6 por ciento, la mejora ya quedó empatada con la inflación y todavía faltan siete meses hasta la próxima paritaria anual. Los acuerdos que se firmaron incluyeron precisamente ante esta posibilidad una cláusula de reapertura.
Los dirigentes denuncian además el incumplimiento de puntos de la paritaria de febrero. Se trata de incumplimientos que se están dando en el marco del ajuste macrista, y que muestran una fuerte desinversión en educación. Entre ellos, algunos implican despidos, como la falta de continuidad de los programas socioeducativos (el plan Fines, de terminalidad de la escuela primaria y secundaria, las orquestas infantiles), otro es la interrupción del plan de formación docente, que se inició el año pasado con el objetivo de capacitar de manera gratuita a un millón de maestros en el lapso de tres años. Otros son producto de la extendida subejecución de los presupuestos destinados a la educación.
“Desde Ctera pedimos la reapertura de la paritaria y la necesidad imperiosa de que se cumplan los acuerdos paritarios que se firmaron en el mes de febrero. Si no, va a recrudecer el conflicto. Es necesario que el Gobierno tome consciencia de que hasta ahora todas las medidas que se tomaron han ido en favor de los sectores económicos concentrados y no de los trabajadores. Estamos exigiendo que haya medidas que protejan la educación pública”, sostuvo Sonia Alesso, la titular de Ctera, en la conferencia de prensa con la que los gremios ratificaron el paro.
Participarán de la medida de fuerza los siguientes sindicatos docentes nacionales: la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), el Sindicato de Docentes Privados (Sadop), la Confederación de la Educación Argentina (CEA), la Unión Docentes Argentinos (UDA), la Asociación de Maestros de Escuelas Técnicas (AMET), y, por los universitarios, la Conadu, la Conadu Histórica y Fedun. Hoy, a las 14.30, convocan a una movilización al Palacio Sarmiento, sede de Educación.
Pedro Sanllorenti, secretario general de Conadu, agregó que “en el país estamos sufriendo la duplicación de la inflación con respecto al año anterior”, por lo que “para fin de año habremos perdido salario y poder adquisitivo”. El dirigente acusó al gobierno nacional de estar “subejecutando un conjunto de partidas, especialmente aquellas que tienen que ver con la posibilidad de incluir en la vida universitaria a los sectores más postergados. Es decir, hay una decisión política sobre qué partidas recortar y contra eso nos manifestamos también”.
Desde el Sadop, Mario Almirón responsabilizó al ministro de Educación por la huelga, “por no ceder en nada su posición de no negociar”.
Al defender la decisión de reabrir la paritaria, Bullrich argumentó que en el acuerdo firmado este año “se fijó una cláusula de aumento automático para los meses de junio, septiembre y enero próximos porque atamos el monto del salario mínimo docente al salario mínimo, vital y móvil”.
Sin embargo, el ministro aludió de esta manera sólo al piso salarial, es decir al sueldo inicial de los maestros (8500 pesos), que está por debajo de la Canasta Básica Total elaborada por organismos como el CEPA (Centro de Economía Política Argentina), que la calcula en 11.680 pesos para una familia tipo del Gran Buenos Aires –o en 10.570 pesos para la mayor parte del interior del país–, ingresos por debajo de los cuales un hogar es considerado pobre.
El paro de hoy es parte de un plan de lucha que continuará, del 31 de agosto al 2 de septiembre, con la Marcha Federal convocada por las dos CTA y los gremios combativos de la CGT. El viernes 2 de septiembre, como cierre de esta marcha, la Ctera participará de la movilización a la Plaza de Mayo, con paros docentes a nivel provincial, mientras que el Sadop y la UDA ya convocaron a paros nacionales.
Fuente: Laura Vales para www.pagina12.com.ar