Saldando una “deuda pendiente” la facultad de Filosofía y Letras de la UBA lanzó la primera Diplomatura de Extensión en Educación Sexual Integral. Sólo en el primer día de inscripción se anotaron 480 personas y hay 260 en lista de espera, lo que demuestra el gran interés por estos temas. La ley de la ESI data de 2006.
La marea verde que en 2018 arrasó con todo a su paso, puso sobre la mesa no sólo el debate sobre la interrupción legal del embarazo, sino también la urgente aplicación de la ley de Educación Sexual Integral, sancionada en 2006, en todos los colegios -públicos y privados- de la Argentina. Recogiendo esta última demanda es que surge la iniciativa de crear la primera Diplomatura de Extensión en Educación Sexual Integral en la Universidad de Buenos Aires, más específicamente en la Facultad de Filosofía y Letras. “Lo que se propone es problematizar la mirada biomédica y también la mirada moralizante que algunos grupos religiosos quieren volver a imponer”, explicó Graciela Morgade, decana de la facultad, en diálogo con este medio.
La Diplomatura está dirigida a docentes de diferentes niveles educativos, estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras y de otros profesorados, profesionales y actorxs sociales que desarrollen acciones educativas institucionales y/o comunitarias. La misma inicia el viernes 3 de mayo y finaliza el 7 de diciembre, se realizarán dos encuentros presenciales por mes y además habrá actividades complementarias a distancia que se realizarán a través del campus.
En parte por la invitacion de SIDUNSJ, sindicato de base de CONADU en San Juan, para empezar a explorar la posibilidad de hacer una diplomatura a partir de un convenio entre ambas universidades. Presentamos el proyecto al Consejo Directivo de Filosofía y Letras y mientras el acuerdo con San Juan sigue avanzando, nosotras decidimos hacerlo en la Ciudad de Buenos Aires, en la Facultad de Filofosía y Letras de la UBA. Ese fue el puntapié inicial, pero el fundamento tiene que ver con poder consolidar en una formación para docentes una línea de investigación que llevamos adelante desde el 2004.
Los objetivos de la diplomatura son básicamente poner a disposición todo el corpus de investigación que tiene el equipo de Filo-UBA, las investigaciones que se producen en otras universidades nacionales, en diálogo con las experiencias de docentes que ya están llevando adelante proyectos de educación sexual integral. Y también dar lugar a las inquietudes e interrogantes que se van abriendo y que esperamos puedan ser traídos a las clases porque, como siempre decimos, el proyecto de la ESI está en pleno desarrollo.
Obviamente la diplomatura tendrá una perspectiva de género y derechos humanos: lo que se propone es problematizar la mirada biomédica y también la mirada moralizante que algunos grupos religiosos quieren volver a imponer.
¿Es posible profundizar los debates acerca de la ESI y llevarlos a las aulas aún cuando no hay políticas públicas que tiendan a ello?
Nosotras -desde la facultad- tenemos una interpretación respecto del sentido de profundizar los debates de la ESI y en mi caso particular, habiendo acompañado el proceso de construcción de la ley, la educación sexual integral no es solamente una política de Estado, que en este momento está desfinanciada y orientada a sólo una parte, que es la prevención del embarazo, sino que es un movimiento pedagógico. En ese sentido, entre comillas, es un movimiento de abajo hacia arriba: vemos movimientos entre docentes, ya sea sindicatos o docentes que se organizan en diferentes colectivos como Comando ESI, Frente Popular por la ESI, Red de Trabajadorxs por la ESI. Y también vemos estudiantes que, sobre todo a partir de las marchas del año pasado en el marco del debate por la legalización del aborto, demosraron que tienen deseo y necesidad de saber. Por eso pensamos que tiene sentido desde la universidad pública intervenir en este momento y poner en circulación las investigaciones. Es un gran esfuerzo de la Facultad de Filosofía y Letras y esperamos que rinda sus frutos.
Hasta el momento inscribimos un poco más del cupo que teníamos porque siempre hay algunos cambios, o personas que toman la decisión de inscribirse pero después no la sostienen. Tenemos 480 personas inscriptas y 260 en lista de espera.
Sólo en el primer día de inscripción se anotaron 480 personas ¿Creés que esto responde a una necesidad de las comunidades educativas?
Evidentemente responde a una necesidad de formación y a un deseo. Esta diplomatura por el momento no tiene puntaje, estamos buscando una forma de tramitarlo pero no es sencillo conseguirlo en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, vemos el interés y la necesidad de formarse en la temática que existe en la actualidad.
Fuente: http://elgritodelsur.com.ar/