Esta es la filosofía básica de 42, creada por cuatro socios: Xavier Niel, un multimillonario francés, dueño de la empresa de telefonía móvil Iliad y de una parte del periódico Le Monde; Nicolas Sadirac, Kwame Yamgnane y Florian Bucher.
Otra de las razones por las que 42, financiada por el magnate Niel, no tiene profesores es que su propósito es que los alumnos piensen de manera creativa e innovadora. “¿Cómo se logra eso?”, se pregunta Yamgnane. Y se responde: “Un profesor te diría: las cosas son así, de una determinada manera. Son A o B. En 42 no hay nadie que te enseñe el camino. Uno crea su propio camino e innova”, explica.
Brittany Bir, graduada de 42 París y directora ejecutiva de la sede del centro que abrirá en Estados Unidos en noviembre, da un ejemplo: “En una clase normal, un profesor dice: Vamos a crear una web, vamos a usar este programa y vamos a seguir estos pasos. En cambio, en 42 sólo decimos a los alumnos que creen una web. No les damos la solución, ellos la buscan solos”, dice. “Cuando se gradúan no replican un modelo. Tienen más espacio para experimentar y desarrollar su creatividad”.Bir agrega que en una clase normal, uno solo escucha pasivamente lo que el profesor dice y no se involucra. “En 42, al no tener profesores, podía participar activamente en mi aprendizaje”, dice.Si los profesores no son necesarios, entonces cada uno podría aprender en su casa. ¿Por qué ir a una universidad? “Necesitamos un lugar donde todos puedan trabajar juntos”, dice Kwame Yamgnane, uno de los fundadores. “Cuando uno trabaja con otros puede innovar”.
Profesores valiosos?
AnnaLee Saxenian, decana de la Escuela de Información de la Universidad de Berkeley, EE.UU., cree que el peer to peer learning es una fortaleza, ya que cuando los alumnos sean contratados, lo más probable es que trabajen en equipo. “Pero no creo que los compañeros de clase sepan todo lo que el otro necesita aprender”, argumentó a BBC Mundo.”Hay valor en tener profesores, aportan una guía y se aseguran de que los alumnos aprendan todo lo que necesiten aprender”, comentó. “Y no creo que todos los profesores sean tan rígidos”.
La decana agrega que los docentes enseñan ciertas habilidades importantes, ya que “la programación no es lo único que uno necesita para empezar una empresa exitosa: se necesitan habilidades de comunicación, ética”.Brittany Bir, directiva de 42 EE.UU . reconoce que algunas personas sí necesitan esa guía para desarrollar proyectos. “42 no es para todos”, comenta.Para ingresar a 42 uno asume un reto llamado “la piscina”, que consiste en sesiones intensivas de programación de software, que duran cuatro semanas.
El nombre del reto se debe a que este apunta a ser “inmersivo” y sólo quedan seleccionados los postulantes que logran “mantenerse a flote”.Lou Guenier, uno de los 2500 estudiantes de 42 París, dijo a BBC Mundo que postuló a esta universidad porque era gratis, casi no pedía requisitos y porque siempre estuvo interesado en computadoras. Sobre la “piscina”, cuenta que es una de las experiencias “más extenuantes” que ha vivido.Una de las cosas que le pidieron fue crear un programa capaz de resolver cualquier Sudoku. “Al inicio uno no entiende muchas cosas, pero quedan en el subconsciente. Uno aprende algo nuevo todos los días”, afirma.
Una vez que uno ingresa y empieza a estudiar, no va a clases, sino que va recibiendo una serie de “proyectos” o tareas de programación que debe ir resolviendo, buscando el conocimiento por sí mismo o con apoyo de sus compañeros.Por ejemplo, a Lou Guenier le han asignado proyectos como crear juegos en 3D o laberintos en 3D. No importa el tiempo que les tome encontrar la solución. Guenier contó a BBC Mundo que el ritmo de aprendizaje en 42 es “intenso”. “Uno debe trabajar mucho, y aunque no entienda muchas cosas debe perseverar”.Asegura que uno aprende más que en la universidad tradicional, “donde uno olvida el 90% de lo que el profesor dice”. “En 42 uno busca las cosas por sí mismo y recuerda todo”.
Lou no extraña a los profesores. “Sin ellos uno trabaja a su propio ritmo y no se vuelve un robot que repite lo que dicen ellos”.Los alumnos se gradúan de 42 cuando completan 21 proyectos, lo que les toma normalmente entre tres a cinco años. Entre los egresados hay quienes han creado sus empresas de tecnología y otros que trabajan en start ups, según Kwame Yamgnane.AnnaLee Saxenian, de Berkeley, dijo a BBC Mundo que la universidad 42 debería mostrar la tasa de éxito de sus graduados. “Los empleados de Silicon Valley han ido a universidades tradicionales y esto no los ha destruido.
Todos nuestros estudiantes consiguen trabajos. Las empresas todavía están contratando a nuestros graduados así que hay valor en los profesores”, comenta.Brittany Bir, graduada de 42 París y directiva de 42 EE.UU., dijo a BBC Mundo que hasta ahora no ha buscado empleo ni trabajado como programadora directamente. Ha sido profesora de inglés en una universidad tecnológica de Francia, un puesto en el que estaba “involucrada la programación”. Pero asegura que es capaz de programar software educativo, desarrollar páginas web y construir muchas cosas a partir de la nada.”Lo que aprendí en 42 lo podría usar en otros trabajos en el futuro. Sé que es útil porque he hecho programación en la universidad de Francia donde trabajé y porque todos los que estudiaron conmigo han podido encontrar trabajo”, dijo a BBC Mundo. Lou Guenier, actual estudiante de 42 París, está convencido de que podría encontrar trabajo en cualquier campo de la computación.