Si bien no hay datos oficiales al respecto, agencias de recursos humanos calculan que actualmente hay al menos 150.000 profesionales argentinos que viven y trabajan en el exterior. Y podrían ser muchos más. Según un estudio de la consultora PageGroup, casi el 40% de los profesionales del país está dispuesto a emigrar, empujado no solo por la curiosidad y el interés por completar la formación con una experiencia en el exterior sino, sobre todo, por el deterioro de los salarios locales. Sin embargo, el mundo está a la pesca de habilidades muy específicas y no todos los graduados tienen las mismas chances de insertarse con éxito en el mercado laboral extranjero.
Para Diego Ortega, vicepresidente de la agencia de trabajo temporario Pullmen, es un momento clave para la emigración de talentos. “Los profesionales quieren dedicarse a lo que estudiaron, cosa que en la Argentina, con un desempleo que ronda el 10% y pocos pedidos profesionales, es complicado”, apunta.
De todos modos, el especialista en recursos humanos señala que los profesionales más buscados en el exterior son, en la mayoría de los casos, perfiles que también son requeridos en el país. Así, la decisión de los argentinos que emigran no responde siempre a la falta de trabajo, sino en muchos casos a la búsqueda de una mejor calidad de vida y perspectiva de futuro. “Quieren ganar en una moneda fuerte, migrar a un país con una tasa de crecimiento constante donde las ofertas sean más tentadoras. Puede que acá no tengan problemas de empleo, pero sí un sueldo atado a las circunstancias del país”, señala.
Una primera pista para conocer hacia dónde se orienta la demanda mundial de recursos humanos se desprende de la sigla STEM, acrónimo de los términos en inglés ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, pero ¿cuáles son, puntualmente, los profesionales con mejores chances de encontrar trabajo en el exterior?
En primer lugar, Matías Ghidini, gerente general de la consultora de recursos humanos Ghidini Rodil, destaca a los profesionales vinculadas con las Tecnologías de la Información (IT) como los que tienen mejores posibilidades más allá de la frontera. “Eso incluye tanto Estados Unidos como Europa, que es una región donde se demandan bastantes profesionales de sistemas. Alemania, España e Italia están abiertos a considerar candidatos argentinos que tengan los conocimientos técnicos necesarios”.
Carlos Contino, socio gerente de CONA RH, coincide. “De acuerdo con nuestra experiencia, desarrolladores java, expertos en seguridad informática e ingeniería de software en general son los profesionales más requeridos”, dice.
De todos modos, los trabajos en tecnología no siempre necesitan de la expatriación. En la Argentina hay miles de profesionales trabajando a distancia y Ortega define este fenómeno como “migración virtual”. “Viven acá, trabajan para el exterior y cobran en dólares con una cuenta afuera”, explica.
Según Ghidini, los ingenieros especialistas en petróleo y gas, que están acostumbrado ya por la naturaleza de su trabajo a moverse, tienen oportunidades en los polos petroleros de otros países. “En Estados Unidos, especialmente en Houston, se puede encontrar muchos ingenieros argentinos que emigraron a las casas matrices de las grandes petroleras. También hay en países de Latinoamérica como Perú algunas oportunidades para los ingenieros especializados en minería, fundamentalmente en todo lo que es Australia y Nueva Zelanda”, añade Ghidini.
De todos modos, también tienen oportunidades tentadoras ingenieros de las más variadas especializaciones. En la mayoría de las listas de “critical skills” (habilidades críticas) que publican muchas embajadas del mundo señalando cuáles son los profesionales que necesitan -lo que mejora las posibilidades de conseguir una visa para quienes las ejerzan- se incluyen siempre un puñado de ingenierías.
Los profesionales del agro argentinos son valorados en el mundo y pueden responder adecuadamente a las necesidades de países con grandes extensiones de tierra como Sudáfrica, por ejemplo, que incluye en su lista de profesiones requeridas todas aquellas relacionadas con la agricultura. Según Ghidini, también hay oportunidades para profesionales del agro en Estados Unidos, sobre todo los que conocen de nuevos desarrollos biotecnológicos. Otro de los casos salientes es Australia, uno de los países más elegidos por los argentinos para emigrar, que en el último año agregó a su lista de ocupaciones requeridas 17 relacionadas con la agricultura y la ganadería, que van desde especialistas en cultivo de caña de azúcar a criadores de ovejas.
“Estamos viendo que para posiciones de alto liderazgo el perfil argentino es muy buscado en la región, principalmente por su alta capacidad de adaptación a los contextos adversos y por su buena formación”, apunta Bárbara Toth, ceo de FESA Argentina y socia FESA Group. Esta situación es muy fuerte en países de la región como Chile, Colombia, Perú y México, donde existe la ventaja de un idioma común, pero no se agota ahí. “Recientemente tuvimos una búsqueda para una institución financiera en Nueva York y una de las finalistas fue una persona de la Argentina. Hoy por hoy lo que se busca son perfiles de altas direcciones e incluso hay programas en los que empresas multinacionales preparan ejecutivos argentinos para asumir posiciones de alto liderazgo”, agrega Toth.
Según Skills Panorama, el portal de la Comisión Europea que evalúa las ocupaciones más relevantes para los países de la región, la demanda de las profesiones asociadas a la salud y la asistencia social crecerán durante el período 2018-2030 alrededor del 10%, sobre todo en países como Italia, Francia, Irlanda y algunos países nórdicos. Las ocupaciones van desde enfermeros (en el podio de los más demandados también en la Argentina) a anestesistas y odontólogos. Uno de los motivos posibles es el envejecimiento de la población, pero no el único. Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre perspectivas laborales, los empleos que requieren habilidades interpersonales tienen todavía baja probabilidad de ser reemplazados por la inteligencia artificial.
Fuente: Delfina Torres Cabreros para www.lanacion.com.ar