Paulo Freire fue uno de los pedagogos más influyentes del siglo XX. Lúcido y preocupado por las clases más desfavorecidas, pensó la educación como práctica de la libertad. Su filosofía se mantiene vigente en tanto rescata los saberes propios de quienes aprenden como base para construir un conocimiento que genera dignidad, conciencia del mundo: una pedagogía que promueve su transformación.
Paulo Freire tenía solo trece años cuando su padre murió, y tuvo que dejar sus estudios. Logró volver a la escuela secundaria a los dieciséis años y, con más de veinte, ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Recife, en 1943, donde estudió filosofía y psicología del lenguaje. Después de su graduación, se dedicó a dar clases de portugués en una escuela secundaria donde comenzó a poner en práctica sus ideas acerca de facilitar que los estudiantes, curiosos, descubrieran los contenidos académicos en forma dinámica.En 1944 se casó con Elza Maia Costa de Oliveira, una muchacha que también trabajaba como profesora de primaria y con quien tuvo cinco hijos. En 1946 fue nombrado director del Departamento de Educación y Cultura del Servicio Social en el Estado de Pernambuco, donde comenzó a trabajar con los habitantes de Recife que aún no sabían leer ni escribir. Fue uno de los fundadores del Movimiento de Cultura Popular de Recife, creado en 1960, donde estuvo a cargo de la división de investigaciones.Paulo Freire, pedagogía del oprimido
«La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación», sostuvo en Pedagogía del oprimido (1970).
Siempre preocupado por las poblaciones más necesitadas, terminó por forjar un método de enseñanza y aprendizaje que lo erigió como uno de los mayores pensadores de la educación de todo el Siglo XX. Basado en un principio de diálogo, Freire mostró que era posible pensar en una nueva relación entre los profesores y sus alumnos, una forma de enseñanza en que todo proceso educativo debe partir de la realidad que rodea a los individuos. Estas ideas influyeron en los movimientos revolucionarios de la década del sesenta, laTeología de la Liberación y las renovaciones pedagógicas que se dieron en América Latina, África y Europa. «La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra», era, esencialmente, uno de sus principios básicos.
En 1961 tomó el cargo de director del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Recife y, en 1962, tuvo la primera oportunidad de aplicar su método: en solo 45 días les enseñó a leer y escribir a más de 300 trabajadores de las plantaciones de caña de azúcar de la localidad de Angicos, en Río Grande del Norte.La propuesta de Freire era, básicamente, la negación del sistema unidireccional de educación: los maestros que enseñan a sus estudiantes. En cambio, proponía una comunicación de ida y vuelta, eliminando la dicotomía educadores y educandos. Para Freire, ambos, maestros y estudiantes, debían establecer un diálogo en el cual tendría lugar el proceso educativo. La educación problematizadora —tal como la denominó— apuntó claramente hacia la liberación y la independencia de los sujetos, con la intención de transformar la pasividad de los estudiantes e incentivar el interés por transformar la realidad. Los resultados de su experiencia posibilitaron que el presidente de Brasil, João Goulart, aprobara la creación de un plan de alfabetización para adultos en todo el país, pero el golpe de Estado de 1964 puso fin al proyecto.Exilio y regreso
Freire fue encarcelado y acusado de comunista y traidor. Después de un breve exilio en Bolivia, emigró hacia Chile donde trabajó durante cinco años como consultor en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y en distintos planes del gobierno demócrata cristiano de Eduardo Frei, como el programa de educación de adultos del Instituto Chileno para la Reforma Agraria (ICIRA). En 1970 se mudó a Ginebra, Suiza, para trabajar como consultor en el Consejo Mundial de Iglesias, donde desarrolló programas de alfabetización para Tanzania y Guinea Bissau. Tras dieciséis años de exilio volvió a Brasil, en 1980, para trabajar como profesor de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo (PUC-SP) y en la Universidad de Campiñas (Unicamp). Una de las experiencias más importantes de este período fue el trabajo que realizó como Secretario de Educación del municipio de San Pablo, durante el gobierno del Partido de los Trabajadores, encabezado por Luiza Erundina, entre 1989 y 1991. En esos años colaboró de manera decisiva en las campañas alfabetizadoras de Nicaragua y Perú (Fernando Cardenal, Ministro de Educación del gobierno sandinista entre 1984 y 1990, habla en esta entrevista del papel decisivo que tuvo Freire en las campañas de alfabetización en ese período). En 1986 recibió el premio internacional «Paz y Educación» de la UNESCO y más de veinte universidades de todo el mundo lo declararon doctor honoris causa.Murió en San Pablo, el 2 de mayo de 1997, a los 75 años. Dentro de la bibliografía producida por Paulo Freire se destacan:
- En 1967 Paulo Freire publicó su primer libro, La educación como práctica de la libertad. En esta obra Freire aboga por la educación como herramienta de liberación, un camino hacia la libertad para excluidos y oprimidos. Plantea como tarea indispensable una amplia concienciación de las personas a través de una educación basada en la autorreflexión sobre su tiempo y su espacio, y la consecuente inserción en la historia, no ya como espectadores sino como actores y autores. Las repercusiones que obtuvo por ese trabajo lograron que la Universidad de Harvard le ofreciera un puesto como profesor visitante en 1969.
- Una de sus mayores obras fue Pedagogía del oprimido, publicada en inglés y en español en 1970. En él sentó las bases de su método de alfabetización. Consideraba que la educación tradicional anulaba el poder creativo de los chicos y que, en su lugar, era preciso propiciar una transformación en las prácticas educativas a través de una construcción en conjunto del conocimiento. En el critica al sistema tradicional de la educación, al que denomina «educación bancaria», y propone una nueva pedagogía donde los educadores y los educandos trabajan juntos para desarrollar una visión crítica del mundo en que viven.
- En 1973 publicó Extensión o comunicación. Se trata de una crítica a las formas y campañas tradicionales de alfabetización, a las que Freire considera que sufren de grandes faltas.
Fuente: Tamara Smerling para www.educ.ar y www.paulofreire.