Son 41 espacios modulares que fueron compradas a dos empresas; dotadas de cinco ventanas, miden unos siete metros de largo por seis de ancho y tienen capacidad para alrededor de 25 alumnos.
Presionado por las protestas de sindicatos y grupos de padres, el gobierno porteño mostró ayer por primera vez a la prensa las aulas modulares que se están instalando en algunas escuelas y los cerramientos en el Instituto Bernasconi frenados por intervención de la Justicia. “Las estructuras modulares son nuevos sistemas de construcción que funcionan en todas partes del mundo”, había dicho el jefe de gobierno, Mauricio Macri, durante el fin de semana.
Ayer, después de una protesta de un grupo de padres y sindicalistas , autoridades del Ministerio de Educación que conduce Esteban Bullrich abrieron la Escuela Casa Amarilla, en La Boca, para mostrar cuatro aulas a punto de ser terminadas.
De unos siete metros de largo por seis de ancho y una superficie interior de 44 metros cuadrados, las nuevas aulas tienen tres ventanas de un lado y dos del otro, además de un sistema de refrigeración de frío y calor y disipadores de vapor. Llegan a los establecimientos prearmadas y allí sólo se ensamblan.
Son paneles construidos según la técnica del “steal frame”, es decir, con un marco de acero galvanizado grande y una pared de tres capas: una interior de placas de yeso, otra aislante de 10 cm de fibra de vidrio y una capa exterior de fibrocemento con reboque exterior hidrófugo. Son provistas por dos empresas, Ruca Panel y Las Cortez. La única diferencia entre ellas es que las de la segunda empresa tienen techo a dos aguas y revestimiento exterior de PVC.
Según el subsecretario de Gestión Económico-financiera y Administración de Recursos del Ministerio de Educación, Carlos Regazzoni, se están instalando 36 de las 41 aulas que fueron compradas en enero pasado por un total de 26 millones de pesos.
Con esas construcciones, informó ayer Regazzoni, se generarán 4225 nuevas vacantes y muchas de ellas configuran 16 nuevos establecimientos educativos que aún no fueron creados formalmente. Sus decretos están en trámite.
La construcción de nuevos espacios escolares fue la respuesta del gobierno de Macri a la falta de vacantes suficientes para cubrir la demanda, sobre todo en el nivel inicial y en el primer grado de la primaria, y también como forma de reparar los errores del sistema de inscripción online que el Ministerio de Educación porteño implementó en noviembre del año pasado.
Regazzoni dijo que para el inicio del ciclo lectivo la oferta estatal cubre “el ciento por ciento de la demanda de 4 y 5 años” y que “queda pendiente cubrir la de 3, 2, 1 y menos de 1 año. Ahí hay unos 7000 faltantes”.
En cuanto a los niños de tres años el funcionario admitió que quedarán unos 1500 sin vacante. “El 85% de la demanda de tres años está cubierta; el otro 15% este año no lo podremos cubrir. Serán unos 1500 chicos”.
Con el sistema de inscripción online se inscribieron unos 53.000 alumnos al nivel inicial, primer grado y primer año del secundario. Unos 5000 más que en 2013.
Desprolijidades en la implementación de ese sistema hicieron que se dejara sin vacantes a unos 4000 alumnos que tenían derecho a ellas. Por eso, las autoridades porteñas debieron quitarle la vacante que se había asignado a otro niño para dársela a los primeros. Ayer, Regazzoni dijo que aún no se llegó a un acuerdo con los padres de 1500 de estos últimos niños sobre la escuela a la que concurrirán sus hijos.
El funcionario afirmó también que “está previsto” que todas las construcciones y ampliaciones “estén listas para el inicio de clases”. No obstante, abrió el paraguas: “Nos tiene que ayudar el clima; si no es así, nos costará un poco algún final, pero se nos va a retrasar no más de quince días”.
Desde la semana pasada el Gobierno porteño cuenta con siete días más para la finalización de esas obras. El ministro Bullrich decidió posponer el inicio de las clases al 5 de marzo. Si bien lo hizo en adhesión a lo conversado con sus pares del resto de las provincias en reunión del Consejo Federal de Educación, para el caso de los nuevos espacios fue una ventaja evidente.
También ayer la jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario, Elena Liberatori, recorrió por la mañana el Instituto Bernasconi, en Parque Patricios, para conocer los cerramientos que se estaban haciendo hasta que un recurso de amparo que ella frenó la construcción.
Se trata de dos aulas, de 7,70 por 5 metros cada una, que se hicieron en una amplio pasillo del tercer piso y donde funcionarán dos nuevos grupos de primer grado, y otras dos de 6,90 por 3,20 metros, en la planta baja, que se destinarán al jardín de infantes.
Según dijo ayer a LA NACION la coordinadora general del Bernasconi, María Teresa Elola, las nuevas aulas no interrumpen la circulación de los alumnos, no quitan espacios y cumplen con todos los requerimientos de seguridad.
Fuente: Silvina Premat para www.lanacion.com.ar