Buscan replicar el “modelo Silicon Valley” en las universidades públicas argentinas. Avanzan diversos proyectos que vinculan a estudiantes y egresados con empresas de tecnología. Los casos de las universidades de La Matanza, La Plata y la UBA.
En el mundo académico estatal hay algunas propuestas avanzadas y otras que comenzaron a dar sus primeros pasos. La Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), por ejemplo, tiene -desde hace cuatro años- un Centro de Desarrollo e Investigaciones Tecnológicas, un laboratorio donde los estudiantes hacen proyectos bajo la dirección de las empresas.
Catorce empresas ya se instalaron en ese polo, donde trabajan más de 130 estudiantes de las carreras de Ingeniería y de Sistemas. Hay oficinas específicas para las empresas y otras comparten espacios laborales bajo la modalidad “coworking”. Además, funciona un auditorio de uso común y salas de reunión.
Los alumnos que se incorporan a estas propuestas tienen un ingreso establecido por convenio de 16 mil pesos y a medida que avanzan llegan a 25 mil. Los egresados pueden seguir sólo seis meses en la modalidad, luego ya se hace cargo la compañía para la que trabaja. Además, los estudiantes deben mantener un riguroso régimen de cursada (cuatro materias por año), que les permite mantenerse en el programa y graduarse en tiempo y forma, mientras adquieren experiencia profesional.
Centro de Desarrollo e Investigaciones Tecnológicas. Laboratorio donde los estudiantes hacen proyectos bajo la dirección de las empresas, en la Universidad de La Matanza.
Para que se acerquen los emprendedores, la UNLaM ofrece facilidades: no pagan alquiler y se les garantiza instalaciones adecuadas. Solo tienen que poner el equipamiento para los becarios. Pero el capital humano sería el principal atractivo. El departamento de Ingeniería de la universidad, por ejemplo, -entre las carreras de Informática y Electrónica- tiene entre 7 y 8 mil alumnos.
La mayoría de las empresas tecnológicas instaladas son firmas que se dedican a la realidad virtual, la realidad aumentada y la realidad mixta (realidad virtual combinada con aumentada). También hay especializadas en videojuegos.
La Universidad de La Plata (UNLP), en tanto, apunta a la misma dirección. Integra el consejo consultivo del Polo Informático platense que congrega a unas 65 empresas de desarrollo de software. Allí convocan un promedio de tres alumnos en cada emprendimiento. Muchos lo hacen en horarios nocturnos o de madrugada porque están contratados por empresas de Europa, Asia e India. Hay ya empresas de peso, como Globant, incluidas en la iniciativa.
La UBA también promueve el vínculo entre “sus sistemas de ciencia y tecnología y el sector productivo”. Para eso, se creó la Unidad de Vinculación Tecnológica de la UBA (Ubatec) donde se incuban empresas. Por ejemplo, el Laboratorio de Estudios Genómicos que hace soporte tecnológico a las principales semilleras argentinas.
Las autoridades de la Universidad de Buenos Aires mencionaron además que ya funcionan 4 centros de emprendimiento distribuidos en distintas facultades y una incubadora de empresas en la Facultad de Agronomía.
Fuente: Fabian Debesa para www.clarin.com