Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Según la Organización para las Naciones Unidas lograr la igualdad de género y el bienestar de la mujer en todos los ámbitos “es más crucial que nunca si queremos generar economías prósperas y conseguir un planeta saludable”. Es así que esta fecha nos invita a reflexionar sobre la igualdad y sobre cuáles son los caminos para construir un mundo más justo.
15 millones de niñas y 10 millones de niños no pondrán nunca los pies en un aula (UNESCO)
Según la UNESCO, hay un desafío clave: no existe financiación suficiente en materia de género y hay un alarmante déficit anual de 360.000 millones de dólares en medidas de igualdad de género para 2030. Por otra parte, la CEPAL afirma que la igualdad no sólo promueve el bienestar social, sino que también contribuye a un sistema económico favorable para el aprendizaje, la innovación, la productividad y la protección ambiental.
En Argentina, según un informe de CIPPEC, la proporción de mujeres tanto en el grupo 18-24 años como en el de 25-29 años que completan el nivel secundario es mayor que la de los varones. Sin embargo, la proporción de ellas que accede a trabajos de calidad es considerablemente menor. En 2021, la brecha de género era de 32 pp. para el grupo de 25 a 29 años con secundario completo, lo cual da cuenta de una profundización de la brecha que, a comienzos del período bajo estudio, era de 16 pp.
¿Cómo abordar la problemática si la inversión no alcanza? ¿Qué puede aportar la educación para alcanzar esa meta? ¿Pueden las metodologías de innovación social ayudarnos a crear soluciones reales? Guadalupe Penas, Project Manager de Learning by Helping, afirma que “abordar las problemáticas de género de manera integral es posible si trabajamos con una mirada de largo plazo desde la educación y la docencia, aprovechando metodologías que promuevan un abordaje sensible sobre los desafíos que impactan en cada comunidad y a escala global”.
“Para crear soluciones reales primero es necesario comprender en profundidad las problemáticas, aquí es clave la empatía, para no suponer qué es lo que le afecta a la otra persona, sino comprenderlo desde su perspectiva, conocer el contexto de primera mano y a los actores involucrados es la otra cara de este mismo ejercicio. A partir de allí proponemos el trabajo con datos e información para poder tomar decisiones y dar vuelo a ideas que serán depuradas hasta llegar a las más deseables y convenientes para el problema abordado. Antes de lanzarlo, es clave la fase de prototipado y testeo, para luego realizar modificaciones que nos permitan llevar nuestras ideas al ecosistema social en el que estemos insertos”, destaca Penas.
Algunos ejemplos de soluciones que emergen al utilizar una metodología de innovación social
- Ellas deciden. Se trata de un proyecto impulsado por la Fundación The Hunger Project de México, en conjunto con Learning by Helping. Su propuesta se basa en la creación de espacios seguros para propiciar la conversación, educación, reflexión y expresión de niñas y jóvenes de entornos rurales para evitar que se contraigan matrimonios infantiles.
- Más información sobre el proyecto: https://thp.org.mx/7890-2/
- The Hunger Project en México. Se ha realizado un programa de formación anual para el empoderamiento de personas rurales e indígenas, especialmente mujeres, con el objetivo de alcanzar su autosuficiencia y la de sus comunidades, y darle fin de manera sostenible al hambre.
- Más información: https://thp.org.mx/
Convocatoria gratuita para todos los docentes de Argentina
El objetivo es compartir esta metodología con todas las personas involucradas en el ámbito educativo. Para ello, se lanzará la Certificación Docente en Innovación Social para el Desarrollo Sostenible, una formación gratuita y de calidad internacional impulsada por UNESCO y Learning by Helping. En su primera edición, la organización se propone formar a 10.000 docentes de todos los niveles educativos de países de Latinoamérica.
Las inscripciones estarán abiertas desde el 4 de marzo y la formación se desarrollará durante 6 meses, iniciando en mayo y finalizando en octubre de 2024.
“Quienes participen de esta formación contarán con el acompañamiento de referentes en pedagogía y accederán a estrategias didácticas basadas en nuestra metodología de Innovación Social. A lo largo de la certificación tendrán la misión de crear nuevos proyectos educativos que permitan resolver retos de las comunidades donde se encuentran las escuelas y espacios educativos en los que enseñan, sin perder el diálogo con las currículas educativas de cada país y el contexto global”, afirmó Penas.
