Según el pedagogo Emilio Tenti hoy se le exige al maestro tener mas herramientas de tipo psicológicas que pedagógicas; manejan los padres de familia, sobre autoridad, obediencia y respeto. Tenemos que tener muy en claro el significado de cada una de las palabras. Esto nos ayudará para definir cuál es nuestro rol y cuál el de los padres fe familia. Incluso, el educador Paulo Freire llama “educadores autoritarios” a quienes “niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos”.
En una publicación de ANFIBIA (Universidad Nacional San Martín), se afirma que los profesores que creen que no todos los estudiantes están en condiciones para terminar bien sus estudios ni capacitados para lo que hay que aprender, lo único que están haciendo es “un simple pronóstico “objetivo”: están contribuyendo, conscientemente o no, a hacer realidad su propia y lamentable profecía”. Entonces ¿cómo evitar ese “desastre anunciado” o augurado se haga realidad? … parece bastante difícil de alcanzar, por “la adjudicación mutua de responsabilidades entre “escuela” y “familia” […] clásico de los clásicos de los debates escolares. Si un estudiante tiene problemas, es lógico pensar que a veces tienen razón los docentes y a veces, los padres, y que en cualquier caso deberían conversar y escucharse un poco más. Sin embargo, frente a cierta sensación de desborde por parte de unos, de otros o de ambos, los docentes y los padres se pasan la pelota”. “La autoridad es una ayuda, pero si se ejerce mal, se vuelve opresiva, no permite que la gente crezca y crea un clima de desconfianza y hostilidad” (Papa Francisco 05/11/2017); por eso la natural autoridad de los padres y profesores, tiene que fundarse en razones y en la coherencia entre lo que hacen y lo que dicen, para que los niños y adolescentes cuenten con “un punto de referencia válido y fiable para guiar sus propias acciones hacia el bien y aprender a valerse por sí mismo[s]”. SIN OBEDIENCIA, SIN DISCIPLINA Y SIN AUTORIDAD, NO HABRÁ VERDADERA EDUCACIÓN. ¿Tenemos claros, en la escuela, los roles de los padres de familia y los profesores? ¿Tenemos los padres de familia y los profesores, el mismo concepto sobre la autoridad, la obediencia y el respeto? ¿Están en nuestros reglamentos internos claramente definidas las obligaciones y derechos de los estudiantes, de padres de familia, directivos, profesores, personal administrativo y de apoyo? La licenciada Mariana Alejandra Milovich, afirma que “hoy en día los docentes sentimos que la relación que antes manteníamos con nuestros alumnos debe ser repensada. Las condiciones sociales, culturales y económicos se han transformado. Existe una realidad que nos interpela, es decir, nos hace pensar, nos desafía. […] De acuerdo a la personalidad del profesor se organizará el clima afectivo de la clase, las disposiciones y actitudes hacia los pedidos de los alumnos, las posibilidades de escucha y comprensión de diferentes puntos de vista, las formas de establecer los encuadres de tarea, las maneras de comunicarse, la calidad de los intercambios en el diálogo. […] … los docentes para desarrollar las clases se encuentran con situaciones impensadas en otros tiempos, pero sin embargo es necesario atenderlas para poder resolver los espacios estallados por la conflictividad que genera la indiferencia o desidia”. CONSTRUCCIÓN DE LA AUTORIDAD DOCENTE. La Licenciada en Psicología, Alicia Tallone, Gestora de la OEI, también opina que el “modo tradicional de construcción de la autoridad está en entredicho y que debemos elaborar otras formas de concebirla, más acordes con las necesidades de la escuela y de la realidad. […] La crisis de la autoridad pedagógica tiene un fuerte impacto en el corazón del sistema educativo porque educar implica siempre un ejercicio de autoridad. Si los alumnos no reconocen el lugar del docente como fuente habilitadora para el acceso a los distintos saberes, al margen de que ese saber sea susceptible hoy de ser revisado y corregido, la relación de autoridad no puede funcionar. […] Es momento oportuno para pensar, incluso, qué estamos solicitando cuando reclamamos «autoridad», pues es muy distinto requerir obediencia que demandar reconocimiento. Especialmente, si consideramos que solo es posible asentar el reconocimiento en el respeto y la confianza recíproca; aspectos que, como sabemos, no pueden ser impuestos, sino que se consiguen con el trabajo cotidiano”. La ex asesora del Ministerio de Educación de Suecia, Inger Enkvist, insiste que es urgente recuperar la disciplina y la autoridad de los docentes en las clases, porque sin los hábitos sistemáticos de trabajo, sin esfuerzo sin los adultos que los guíen, el aprendizaje no se da. Si desea ampliar esta opinión les sugerimos leer nuestra anterior publicación: HAY QUE RECUPERAR LA DISCIPLINA Y LA AUTORIDAD EN LA ESCUELA. Por motivos únicamente educativos, y con el fin de ir escuchando y reflexionando algunas opiniones especializadas (para tener mayores elementos de juicio), es que compartimos algunas preguntas y respuestas del diálogo entre la periodista argentina Mariela Goy y el Doctor Emilio Tenti Fanfani, Consultor de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), y del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) -UNESCO sobre este tema. Y que enriquecerán los planteamientos de Grimson, Milovich, Tallone y Enkvist. MARIELA GOY: ¿Cuáles son los desafíos que esperan al maestro en el aula hoy? EMILIO TENTI: “Uno de los grandes desafíos es que deben resolver problemas nuevos para los cuales no tienen recursos ni conocimiento porque las situaciones son totalmente inéditas, novedosas y cambian permanentemente. Cambian los adolescentes, los conocimientos, la familia, los contextos. Vivimos momentos de grandes transformaciones, pero los institutos de formación docente van siempre más lentos. Entonces, cuando un maestro llega al aula a trabajar ya los problemas son novedosos y no encuentran respuestas”. MARIELA GOY: La pérdida de autoridad en el aula ¿es uno de esos problemas? EMILIO TENTI: “Esto ya es grave. La docencia es un oficio que requiere reconocimiento y respeto. Eso es lo que quieren los periodistas y todos aquellos que ejercen una función pedagógica. Tienen que ser creídos. Si la gente no le cree a un periodista, si cree que es un mentiroso, que no es digno de ser escuchado, todo lo que diga le va a entrar por un oído y salir por otro. Pasa lo mismo con el maestro. Tiene que tener crédito y ser confiable, porque eso es la autoridad”. MARIELA GOY: Muchos sostienen que la autoridad hay que construirla ¿Qué opina? EMILIO TENTI: “Lo que pasa es que el sistema escolar es viejo. Cuando se fundó, los niños por ser niños ya le daban crédito al maestro sólo por ser adulto. Antes la institución te daba esa autoridad, te ponía al frente de la cátedra en el secundario y hasta al profesor más imbécil era respetado sólo porque el tipo fue nombrado para ocupar ese trono que era estar al frente de la clase. Hoy no es así. Cada vez más depende del esfuerzo; la autoridad hay que construirla. Es decir, es el maestro el que tiene que crear las condiciones de su credibilidad. Si se dice que las familias y los niños ya no respetan al maestro, no les creen, no confían en ellos ¿qué hay que hacer? En España sancionaron una ley para declarar al maestro “autoridad pública”, de manera que si le faltás el respeto, eso configura una carga mayor que si insultás a tu vecino. Eso pasa con los policías que ejercen la autoridad pública”. MARIELA GOY: Otra de las quejas que se escucha entre los docentes es que tienen que contener a los chicos y que no fueron preparados para eso. EMILIO TENTI: “[…] Hoy, la escuela tiene que responder a una demanda de socialización del chico, tiene que enseñarle cómo comportarse, el respeto a las reglas, a no agredir, no pegar, no escupir en el suelo. Todas cuestiones que en el modelo tradicional correspondía a las familias. Eso se llamaba “educación” y la gente sabe distinguir. “Ese tipo tendrá un doctorado, pero es un maleducado terrible, un egoísta, agresivo, mala gente”, se dice. Esos valores antes correspondían inculcarlos a la familia y el maestro daba por descontado que el chico llegaba con esa base a la escuela. Hoy en día no es así, sino que se le agrega esta tarea al docente. Entonces se los escucha decir: “Nosotros somos especialistas en pedagogía y nuestra tarea es enseñar conocimientos, instruir, no tener que andar pa cificando, calmando a los chicos, controlando sus sentimientos, su comportamiento; ése es un problema del psicólogo o de la familia”. Pero resulta que, si un chico no tiene estabilidad emocional, no ha educado sus sentimientos, no tiene la madurez suficiente en sus emociones, no puede aprender. Si son agresivos o vienen excitado, se generan situaciones de violencia en el aula y no puede aprender”. MARIELA GOY: ¿La tarea de contener al niño no le corresponde al docente? EMILIO TENTI: “Algo le corresponde. Si la familia no lo cumple porque la mujer se incorporó al mercado del trabajo, porque hay madres jefas de familia que dejan al niño con la vecina, alguien se tiene que hacer cargo. En Estados Unidos hablan de la “terapeutización” de la pedagogía. O sea que los maestros antes de dar clases, han aprendido técnicas psicoterapéuticas de grupo para calmar a los chicos que llegan excitados y agresivos. Se le exige al maestro tener más herramientas de tipo psicológicos que pedagógicas. Entonces, si le vamos a encargar esto a la escuela, se requiere de otra escuela. No puede ser de 4 horas sino de tiempo completo, con otros especialistas y no sólo docentes. Porque no se le puede exigir a un maestro que no ha sido formado en psicología, realizar la tarea de otro profesional. Entonces, el maestro se siente sobrecargado porque no está cumpliendo con lo específico de él que es la enseñanza”.
Fuente: http://webdelmaestrocmf.com/