Vinculación tecnológica: d
esarrollan un kit didáctico para aprender sobre ciencias; se trata de un proyecto innovador de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral para la enseñanza de las ciencias naturales, en las primeras infancias. Accedieron al financiamiento de UNL, que les permitirá perfeccionarlo y planificar un modelo de negocios.
Marcelo De Greef y María Silvina Reyes son investigadores de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Litoral (FHUC-UNL). Desarrollaron un kit didáctico de Ciencias Naturales para primeras infancias, una propuesta innovadora que consiste en un conjunto de dispositivos, instrumentos y orientaciones didácticas, diseñados específicamente para realizar actividades experimentales simples donde se abordan contenidos estructurantes de las Ciencias Naturales del Nivel Inicial.
Por primera vez, un proyecto de esta Unidad Académica, participa de la Convocatoria del Capital Semilla de la UNL, bajo propósito de aportar valor a las capacidades de los resultados de investigación y los servicios tecnológicos que ofrece el grupo.
Aprender jugando
La inclusión socio-educativa, la escuela como institución social y la calidad educativa, son los tres pilares de la política educativa, así lo enuncian los documentos de los organismos oficiales tanto de la provincia de Santa Fe como de la Nación. Teniendo esto como marco de referencia, es que un grupo de investigación de la FHUC puso sus capacidades científicas y tecnológicas al servicio de diseñar alternativas para la enseñanza de las ciencias, en las primeras infancias, cuyos principales recursos son la creatividad y el sentido lúdico.
Se trata de una propuesta innovadora que consiste en un conjunto de dispositivos, instrumentos y orientaciones didácticas, diseñados específicamente para realizar actividades experimentales simples donde se abordan contenidos estructurantes de las ciencias naturales del nivel inicial. El kit consta de siete propuestas para la realización de diferentes actividades, ordenadas en estuches individuales, que permiten el desarrollo de las mismas en paralelo, por ejemplo, en distintas salas de la misma institución. En cada estuche se encuentran los materiales necesarios para realizar la propuesta didáctica y una cartilla orientadora. Las mismas, además de ser una guía para el desarrollo de la clase, aportan a la formación del docente en la temática específica. Por otra parte, es destacable el sistema de guardado que facilita el uso, la disponibilidad y traslado de los materiales, como así también su conservación.
Los dispositivos didácticos fueron diseñados cuidadosamente pensando en los destinatarios, niñas y niños de entre 4 y 6 seis años, es por ello que el grupo de investigación desarrolló un producto seguro, con materiales y diseños que minimizan potenciales peligros (puntas o bordes afilados, materiales contundentes, cortantes o tóxicos, etc.). El kit está compuesto por elementos disponibles en el mercado (contenedores plásticos, vasos, cucharitas, lupas, etc.) y por dispositivos específicos fabricados a partir de servicios ampliamente difundidos como corte láser, impresión 3D, etc.
“Este kit didáctico pretende hacer más eficiente la tarea docente reduciendo tiempos de planificación y facilitando el abordaje de contenidos que, en general, resultan difíciles, principalmente, por falta de recursos didácticos elaborados para tal fin. A su vez, el material didáctico aporta a la formación del docente en temáticas específicas, lo que le brinda mayor seguridad para desarrollar la clase. El conjunto de actividades intenta abarcar los contenidos que más se enseñan dentro del área y del nivel, convirtiendo la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias naturales en una tarea agradable y gratificante”, comentó el investigador.
Acercarse a la ciencia desde las primeras infancias
“La idea de desarrollar un kit lleva varios años, éste es uno de los cuatro que hemos realizado como equipo de investigación. La idea original surge en el marco de un proyecto de extensión de FHUC, donde desarrollaron un kit de química que se llamó Caja de herramientas – módulo química. Luego, hicimos el módulo física y el módulo ciencias naturales para nivel primario y el de ciencias naturales para primeras infancias. Cada kit nuevo que íbamos haciendo iba siendo mejor que el anterior en cuanto a diseño, propuesta estética, etc.”, explicó Marcelo De Greef.
“Al principio eran más un conjunto de elementos de laboratorio junto con cartillas guías para hacer las experiencias”. Los años de trabajo y dedicación dieron como resultado una propuesta superadora que invita a aprender ciencia, a partir de diferentes actividades y que muestra un abordaje mucho más acentuado en aspectos como comunicación, estética y diseño, “porque entendimos que, para comunicar sobre todo a niños y niñas en etapa de primera infancia, es fundamental ese aspecto”. Tal como lo expresa el investigador, que resultara un producto lúdico y visualmente atractivo para las primeras infancias, fue el principal propósito del producto; lo cual se puede observar en cada uno de los detalles del kit, que recuperan y ponen en valor el universo propio de la infancia, por ejemplo, el nombre de cada actividad experimental pensada a partir de un uso connotativo del lenguaje: “A lavarse las manos”, “El cambio de clara”, “Piojo bajo la lupa”, “Veo, Veo”, “¿Hacia dónde van?”, “Condimento asombroso”, “Crece, crecerá”. Además, hay un personaje que acompaña todas las actividades experimentales. “Estamos convencidos que enseñar a pensar científicamente en la primera etapa de la infancia posibilita acceder a modos de razonamiento basados en la evidencia. Esto permite flexibilidad en el pensamiento y fundamentalmente, promueve en ellos, el deseo y la curiosidad para seguir aprendiendo. Es la forma que entendemos que empezamos a sembrar, a futuro, semillitas de científicos y científicas”, destacó De Greef.
Valorizar la tecnología
En ocasión de la convocatoria 2022 para Capital Semilla del Programa de Valorización Tecnológica de la UNL, el equipo de investigación presentó el kit de ciencias naturales para primeras infancias, en una primera versión de prototipo, que entregaron a algunos jardines maternales. “La idea a futuro es poder validar estos kits en las aulas, y generar un producto que se pueda comercializar en forma masiva, siempre con la idea que es despertar interés de por las ciencias naturales (física, química, biología)”, El financiamiento obtenido, que proviene de fondos de la Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la Universidad, les permitirá validar técnicamente la propuesta, en relación al diseño, los materiales, los costos, entre otros aspectos; hacerle las mejoras necesarias y armar un producto que sea escalable para fabricar de forma masiva. “En esa línea, también tenemos pensado buscar una persona o empresa que tenga la capacidad para producirlo en forma masiva”, agregó De Greef.
Este grupo, si bien fue cambiando sus integrantes, viene trabajando hace tiempo en el desarrollo de estos kits didácticos, muy comprometido fundamentalmente con la intención de llevar a cabo la transferencia de los resultados de investigación obtenidos; involucrándose en la definición y valorización del desarrollo, en tanto primera propuesta de resultados de la investigación que persigue este propósito desde la unidad académica.
“Este proyecto de la Facultad de Humanidades y Ciencias es el primero financiado por el fondo del Capital Semilla de esta Facultad, lo cual constituye un orgullo para la Secretaría de Vinculación Tecnológica e Innovación. Esta línea, que aplica a todas las Facultades, tiene por objetivo agregar valor a los desarrollos tecnológicos de los grupos de I+D, con el objetivo de facilitar la transferencia al medio. Este caso es muy particular porque se trata de un kit didáctico que viene de la formación de ciencias sociales y es la primera vez que sucede. Para la UNL es muy importante poder invertir en el agregado de valor de este tipo de proyecto”, puso en valor Christián Nemichenitzer, director del CETRI Litoral.
Por su parte, Laura Tarabella, decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias expre
só lo que significa para la Facultad este paso en la valorización del proyecto: “Estamos muy contentos como Unidad Académica que un proyecto de nuestra casa haya resultado seleccionado para acceder al Capital Semilla, articulando, como nos gusta subrayar, funciones sustantivas de la Universidad, que refieren a la enseñanza, la investigación y la extensión, proponiendo el desarrollo de materiales educativos, en este caso para las primeras infancias. En esta oportunidad, la idea proyecto, los esfuerzos que se llevaron a cabo, pensar los contenidos estuvo a cargo de un equipo que presenta las ciencias naturales y particularmente, la química, la física y la biología; pero también sumaron e integraron a otras disciplinas como el diseño, las letras porque hay escritos que nos invitan a repensar y a recorrer lo que significan las ciencias naturales y como se pueden enseñar en nuestras primeras infancias”. El grupo de trabajo ha manifestado la importancia que le asigna a este proyecto por considerar que, de efectivizarse la implementación del mismo, servirá como caso estímulo para que en el marco de las Ciencias Sociales se trabaje en desarrollar aptitud para la transferencia de otros resultados.
“Detrás de esto, hay todo un proceso de capacitación y de formación para los docentes, esto, para una Facultad de Humanidades y Ciencias tan plural en cuanto a la cantidad de disciplinas que la conforman, la diversidad de las carreras de grado y de posgrado y en el 35° aniversario de la Facultad, la articulación entre lo que significa enseñar, construir conocimiento y volver disponible ese conocimiento, siempre estuvo presente desde que nos pensamos como Facultad” agregó Laura Tarabella. “A partir de esta propuesta se nos van a presentar muchos desafíos”.
Las palabras Marcelo De Greef transmiten, sobre todo, vocación por la ciencia proyectada en una solución tecnológica: Nos entusiasma mucho pensar que esta iniciativa de los kits didácticos (o “las cajas de herramientas” por recuperar el nombre original) pueda volverse masivo. Creemos que es una contribución en pos de lo que llamamos educación científica, que es acercar un poco más la ciencia a la sociedad y que deje de verse como algo difícil, complejo y aislado del resto del mundo. Es hermoso hacer ciencia, nos ayuda a mejorar como sociedad y además puede ser muy divertido. Ese es el mensaje que queremos transmitir con este trabajo”.
Fuente: www.unl.edu.ar