jueves, marzo 28, 2024
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La deuda interna

Las universidades de La Plata y Buenos Aires lanzaron nuevas becas dirigidas a los investigadores que se quedaron afuera del CONICET por el ajuste. En la UBA admiten que la cantidad de becas es “simbólica” y está lejos de alcanzar a todos los damnificados.

Ante la preocupación por el impacto que tendrá entre sus investigadores el ajuste en el ingreso al Conicet, dos de las universidades más importantes del país lanzaron programas para intentar conservar a sus científicos y enfrentar la fuga de cerebros. Se trata del “Programa de Retención de Doctores de la Universidad” de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y de una nueva línea de becas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con prioridad para investigadores con dictamen favorable de ingreso a la Carrera de Investigador Científico del Conicet que no han sido incorporados por el recorte que viene aplicando Cambiemos desde 2016.

El freno al ajuste presupuestario del Conicet ha sido uno de los principales reclamos de la comunidad universitaria y científica en los últimos años, ante los recortes que el mayor organismo científico del país sufre desde el inicio de la presidencia de Mauricio Macri. Este año, las vacantes para ingresar en la carrera del Conicet fueron 450, cuando el plan Argentina 2020, que fue discontinuado por el actual Gobierno, establecía que para 2018 debían entrar 1100 investigadores. El último año de crecimiento sostenido de ingresantes fue 2015 y, de los casi 900 cargos otorgados entonces, se pasó a 600 en 2016, y a 450 en 2017.

Los ajustes sostenidos en los cupos dejaron afuera a más de 400 postulantes que ya habían sido evaluados favorablemente y recomendados para ingresar. Es a este sector específico al que buscan contener los nuevos programas de becas universitarias.

La UNLP lanzó el Programa de Retención de Doctores de la Universidad, para evitar que los investigadores formados en la institución abandonen la labor científica o deban desarrollar su carrera en el exterior. La iniciativa, que cerró la inscripción la semana pasada, consiste en becas que se otorgarán a partir de noviembre y por un plazo máximo de dos años. Los investigadores que se incorporen tendrán que ejercer funciones docentes o de extensión en la universidad y deben haber realizado actividades de investigación o desarrollo doctorales o posdoctorales en la UNLP.

“Tenemos que retenerlos porque se trata de recursos humanos formados al más alto nivel; fueron evaluados y cuentan con recomendación del propio Conicet. Queremos que esos profesionales altamente calificados mantengan su vínculo con la UNLP”, dijo al presentar la iniciativa el presidente de la universidad, Fernando Tauber. “No podemos quedarnos cruzados de brazos viendo cómo a nuestros científicos se les escurre la chance no sólo de trabajar, sino de seguir aportando su conocimiento para el desarrollo del país –agregó–. Se trata de reorientar nuestros recursos para mostrar con hechos que la UNLP defiende su propio modelo de universidad, que entiende que defender la ciencia es defender nuestra soberanía.”

En el caso de la UBA, se aprobó otorgar hasta 52 becas para la formación en actividades de investigación y desarrollo asociadas a la docencia de grado en temas estratégicos, con prioridad para graduados del doctorado de la universidad que cuenten con dictamen favorable de ingreso a la Carrera de Investigador del Conicet y que no hayan sido incorporados por el recorte de cupos. La convocatoria abrirá el 15 de octubre y las becas se otorgarán a partir de abril de 2019, por un plazo máximo de dos años.

“Es pertinente, dada la situación de público conocimiento, arbitrar los medios para colaborar con el soporte y mejoramiento del sistema científico tecnológico y social de la Universidad en particular y del país en general”, destaca la resolución del Consejo Superior que aprobó la creación de las becas.

De todas formas, el proyecto dista de ser suficiente para cubrir a todos los afectados y recibió críticas debido a que asigna la misma cantidad de becas para todas las facultades (sólo cuatro), cuando la situación de cada una difiere. Sólo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, en 2017 fueron 47 los aspirantes con doble recomendación que quedaron fuera de carrera. “El volumen de merma es crítico. Hoy vuelve a evaluarse ir a trabajar afuera como parte de las opciones”, aseguró su decana, Graciela Morgade. Otro decano consultado por este diario reconoció que la cantidad de becas es “apenas simbólica”.

Fuente: Inés Fornassero para www.pagina12.com.ar

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