Los abajo firmantes somos becarios, investigadores, personal de apoyo y administrativo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de las Universidades Nacionales de todo el país. Frente al anuncio que el presidente Mauricio Macri hiciera el 8 de mayo/18 respecto al inicio de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que Argentina obtenga una línea de apoyo financiero de parte de dicho organismo, queremos expresar nuestro firme rechazo. La evidencia histórica, tanto a nivel nacional como internacional, demuestra que las condicionalidades impuestas por el FMI a los países deudores empiezan por el recorte de la inversión pública en áreas sensibles como el sistema previsional, la salud, la educación y el sistema científico y tecnológico, además del congelamiento salarial y achicamiento del empleo público. Los resultados obtenidos por estas recetas han sido invariablemente los siguientes: la desindustrialización y creciente primarización de la economía; el aumento del desempleo y de la precarización laboral; la profundización de la desigualdad e incremento de la conflictividad social; el deterioro de la soberanía nacional y la imposibilidad de realizar un proyecto de desarrollo económico autónomo. Por último, hay que destacar que las condicionalidades impuestas por el FMI no generan los recursos necesarios para pagar las obligaciones externas y, por el contrario, pueden propiciar un escenario de crisis de deuda. No al FMI! No a la entrega de nuestra soberanía económica y política! Ya sumaron su firma más de 4000 miembros de la comunidad científica: Andrea Gamarnik, Alejandro Grimson, Alberto Kornblihtt, Eduardo Dvorkin, Ana Franchi, Guillermo Neiman, Silvia Kochen, Mario Pecheny, Graciela Morgade, Victoria Basualdo, José Sergio Leite Lopes, Roxana Toriano, Atilio Borón, Mónica Costas, Ignacio Sabbatella, Paula Lenguita, Hernán Palermo, Sabina Frederic, Guido Galafassi, Carolina Justo, Fernando Peirano, Melina Perbellini, Luis Sanfelippo, Inés Nercesian, Raúl Courel, Augusto Varese, Daniel Jones, Verónica Pérez, Gabriela Seghezzo, Florencia Luci, Osvaldo Gagliardo, María Alejandra Korstanje, Osvaldo Battistini, Sergio Friedemann, Soledad Cutuli, Guido Giorgi, Guadalupe Maradei, Osvaldo Uchitel, Aldo Caballero, Patricia Ventrici, Diego Hurtado, Silvina Gibbons, Agustín Prospitti, Daniel Filmus, Silvia Lomáscolo,Juan Piovani, Cora Gamarnik, Julián Rebón, Damián Pierbattisti, Pablo Vommaro, Pablo de Marinis, Diego Tatián, Javier Goldberg, Claudia Capurro, Gabriel Bober, Martín Ogando, Claudio Capuano, María Alicia Gutiérrez, Diana Tussie, Andrés Kreiner, Esteban Zunino, Demián Panigo, Fortunato Mallimaci, Marisa Herrera, Jaime Sorín, Felipe Pigna, Dora Barrancos, Ricardo Aronskind, entre otros.
Reducción de incumbencias
A través de la Resolucion 1254/2018 (publicada en el Boletín Oficial) el Gobierno Nacional, en acuerdo con los Rectores de las Universidades (nucleados en el Consejo Interuniversitario Nacional, CIN), recortan las incumbencias del Título en carreras de Salud, Ingenierías y Licenciaturas. Esta maniobra repercute en las posibilidades laborales de los egresados y es un ataque directo a la educación pública. Son 37 las carreras afectadas. Se destacan, entre otras: – Medicina – Psicología – Ingenierias Civil, en Electricísta, en Petróleo, Electromecánica, Agraria, Electrónica, Mecánica, Química, Agrimensor, Industrial, Sistemas. – Odontología – Bioquímica y Farmacéutica – Arquitectura – Veterinaria El link oficial: https://www.boletinoficial.gob.ar/… En arquitectura repercute así: Ahora: ACTIVIDADES PROFESIONALES RESERVADAS AL TÍTULO DE ARQUITECTO 1. Diseñar, calcular y proyectar estructuras, edificios, conjuntos de edificios y los espacios que ellos conforman, con su equipamiento e infraestructura, y otras obras destinadas al hábitat humano, en lo concerniente al ámbito de su competencia. 2. Dirigir y controlar su construcción, recuperación, renovación, rehabilitación, refuncionalización y demolición. 3. Certificar el funcionamiento y/o condición de uso o estado de lo mencionado anteriormente. 4. Proyectar, dirigir y evaluar lo referido a la higiene y seguridad en lo concerniente a su actividad profesional. Antes: ACTIVIDADES PROFESIONALES RESERVADAS AL TITULO DE ARQUITECTO 1. Diseñar, proyectar, dirigir y ejecutar la concreción de los espacios destinados al hábitat humano. 2. Proyectar, dirigir y ejecutar la construcción de edificios, conjuntos de edificios y los espacios que ellos conforman, con su equipamiento e infraestructura y otras obras destinadas al hábitat humano. 3. Proyectar, calcular y dirigir y ejecutar la construcción de estructuras resistentes correspondientes a obras de arquitectura. 4. Proyectar, calcular y dirigir y ejecutar la construcción de instalaciones complementarias correspondientes a obras de arquitectura, excepto cuando la especificidad de las mismas implique la intervención de las ingenierías. 5. Proyectar, dirigir y ejecutar obras de recuperación, renovación, rehabilitación y refuncionalización de edificios, conjuntos de edificios y de otros espacios, destinados al hábitat humano. 6. Diseñar, proyectar, dirigir y ejecutar la construcción del equipamiento interior y exterior, fijo y móvil, destinado al hábitat del hombre, incluyendo los habitáculos para el transporte de personas. 7. Diseñar, proyectar y efectuar el control técnico de componentes y materiales destinados a la construcción de obras de arquitectura. 8. Programar, dirigir y ejecutar la demolición de obras de arquitectura. 9. Realizar estudios, proyectar y dirigir la ejecución de obras destinadas a la concreción del paisaje. 10. Efectuar la planificación arquitectónica y urbanística de los espacios destinados a asentamientos humanos. 11. Proyectar parcelamientos destinados al hábitat humano. 12. Realizar medición y nivelación de parcelas con el objeto de concretar la ejecución de obras de arquitectura. 13. Realizar estudios e investigaciones referidos al ordenamiento y planificación de los espacios que conforman el hábitat y a los problemas relativos al diseño, proyecto y ejecución de obras de arquitectura. 14. Asesorar en lo concerniente al ordenamiento y planificación de los espacios que conforman el hábitat y a los problemas relativos al diseño, proyecto y ejecución de obras de arquitectura. 15. Participar en planes, programas y proyectos de ordenamiento físico-ambiental del territorio y de ocupación del espacio urbano y rural. 16. Participar en la elaboración de normas legales relativas al ordenamiento y planificación de los espacios que conforman el hábitat humano. 17. Participar en la elaboración de planes, programas y proyectos que no siendo de su especialidad afecten al hábitat humano. 18. Realizar relevamientos, tasaciones y valuaciones de bienes inmuebles. 19. Realizar arbitrajes, peritajes, tasaciones y valuaciones relacionadas con el ordenamiento y planificación de los espacios que conforman el hábitat y con los problemas relativos al diseño, proyecto y ejecución de obras de arquitectura. 20. Proyectar, ejecutar, dirigir y evaluar todo lo concerniente a la higiene y seguridad en obras de arquitectura. Fuente: www.ahoraeducacion.com
La universidad del futuro
La tecnología y el big data avanzan también en Educación. Para algunos, el campus universitario del futuro es “la nube”. Las universidades fueron y aún son el ámbito privilegiado en la educación superior para la formación de la persona, la generación de conocimientos, el desarrollo científico y la capacitación para el empleo. Hace 50 años, propusimos expandir el sistema con el Plan de Nuevas Universidades -conocido como Plan Taquini- que llevó de 8 a 23 las universidades nacionales en todo el país. Con el plan se expandió la matrícula universitaria y la localización de centros de investigación en las provincias con universidades autónomas y diversas, insertándose con las necesidades regionales del país. Cuando el Consejo de Rectores de Universidades Nacionales nos convocó a presentar formalmente el plan, definimos a las universidades como una comunidad de maestros y alumnos, inspirados en las máximas de Alfonso “el Sabio”, que en el medioevo planteaba la importancia de las condiciones para el estudio en los campus para que “los maestros que muestran los saberes y los escolares que los aprenden vivan sanos”. El campus, hábitat de profesores y alumnos, cambió porque así lo han hecho las formas de relacionarnos socialmente, con la creación de comunidades que borran distancias físicas a través de la tecnología de la comunicación en “la nube”. Si las comunidades virtuales son una realidad cotidiana en todos los ámbitos y también en el aprendizaje, ¿es posible repensar la concepción de la universidad y su campus a la hora de planificar el futuro? Los fines de la universidad son los deseables para la formación docente. La creación de una universidad pedagógica en nuestra Ciudad, tema hoy en discusión, debe además proyectarse sobre el diagnóstico de los cambios que experimenta la sociedad por venir: “la nube” es el campus del presente y del futuro. Por ello, desde la misma perspectiva que hace 50 años -mirando las necesidades del presente y la potencialidad del futuro- si hoy proyectase una universidad, crearía una universidad virtual que hiciera posible otra lógica de tiempo-espacio del aprendizaje. Ya nos hemos referido en estas páginas a la necesidad de repensar las universidades bajo el paradigma Netflix, es decir a través de una plataforma educativa que provea una currícula, insumos para el estudio, espacios de tutoría e intercambio entre pares. Mediante el registro de los usos de los estudiantes, la plataforma permite flexibilidad y adaptabilidad a la particularidad de cada uno, utilizando las herramientas y algoritmos de big data para optimizar el aprendizaje. Esto no implica desdeñar la enseñanza presencial ni mucho menos para el caso de los profesorados con su tradición, sino interactuar autónoma y complementariamente con sus actuales carreras y sus docentes, con el valor agregado de incorporar formas de aprendizaje autónomo que ocurren cotidianamente por fuera de los espacios formales. Una reforma de esta magnitud incide positivamente en la reconfiguración de la educación superior en el marco integrador de la Ley (LES), tanto en educación universitaria como no universitaria. Mediante creaciones y alianzas es esperable un estímulo similar para las instituciones privadas. La valiosa experiencia de la CONEAU, garantiza que una reforma transite los caminos en búsqueda de la calidad para la formación de los docentes y enriquezca con ello en todo el sistema educativo formal. El objetivo de toda reforma educativa es el mejoramiento de la calidad. La innovación nutrida de la experiencia de estudiantes, docentes e instituciones es el principal acervo para reinventarse sin perder de vista ese objetivo. * Alberto Taquini (h) es médico y bioquímico. Coordinador del Equipo de Nueva Educación Fuente: Clarin
Crisis tras crisis
En mayo de 1973 apareció por primera vez, con la dirección de Eduardo Galeano. Un repaso por su historia, sus integrantes, sus distintas etapas y el rol de una mujer que fue fundamental en su armado La historia de su nacimiento es más o menos conocida y se suele contar de la misma manera. El empresario Federico “Fico” Vogelius había salido de la cárcel tras ser acusado de vender cuadros falsificados del pintor uruguayo Pedro Figari y estaba decidido a impulsar un gran experimento cultural. Como Ernesto Sabato había sido uno de los pocos que lo apoyó cuando estuvo detenido, a él recurrió a la hora de asesorarse. Sábato le recomendó lanzar una revista cultural y Vogelius lo designó para que la dirigiera. Sabato y su comité editorial se demoraron tanto en ponerla en marcha que finalmente Vogelius decidió buscar otra persona para que comandara el proyecto. Cruzó el Río de la Plata y se reunió con un joven Eduardo Galeano que comenzaba a disfrutar del creciente éxito de Las venas abiertas de América Latina, publicado dos años antes, y venía de formar parte del semanario uruguayo Marcha y del periódico Época de Montevideo. Galeano contó varias veces cómo fue la noche en la que se reunieron con Vogelius y éste decidió que aquel periodista uruguayo que lo había cautivado entre algunas botellas de vino tinto debía ser el encargado de dirigir su ansiada revista. Sin embargo, esa cena fundante fue posible gracias a alguien que no suele tener un lugar protagónico en las distintas notas periodísticas ni en los papers académicos que hablan de Crisis. El impresionante equipo de grandes escritores y periodistas que publicaba en la revista es siempre la referencia de esta experiencia cultural única, pero hubo una mujer fundamental que fue la que le recomendó el nombre de Eduardo Galeano a Vogelius: Julia Constenla, amiga de ambos y quien sería luego la secretaria de redacción de la revista, durante los primeros once números, y más tarde la directora de la editorial de Crisis. Constenla, fallecida en 2011, fue también una gran amiga de Sabato y se convirtió en su biógrafa con el libro Sabato, el hombre. Como buena leyenda de un proyecto cultural que cambió lo establecido, la de Crisis está repleta de mitos. Y uno de ellos dice que el primer número tuvo plasmadas todas las ideas de Sabato, que aparece en el staff y que ya a partir del siguiente no volvería a figurar. También se dice que el nombre pensado por Sabato era Krisis, pero a Galeano le pareció estúpido escribirlo con K. “En unos borradores que recuerdo por ahí en las oficinas aparecía el título Krisis, con K, a la alemana. Galeano con su enorme oficio periodístico la hizo con C, de calle”, dijo Aníbal Ford, jefe de redacción de la revista, en una entrevista a Fabián Kovacic, periodista, corresponsal del diario uruguayo Brecha en Argentina y autor una biografía de Galeano publicada poco tiempo después de su muerte. El libro titulado Galeano, apuntes para una biografía tiene un extenso capítulo sobre los años de la revista, tema que Kovavic investiga hace tiempo porque es el objeto de estudio de su tesis de maestría. Cinco años después del mayo francés, con sus ideas aún latentes, en mayo de 1973, el mes en que Héctor Cámpora asumió la presidencia de la nación volviendo a poner al peronismo en ese lugar tras la proscripción, la revista llegó a los kioskos. Con el papel más barato del mercado, el título ideas, arte y cultura en la Crisis, y una tapa llena de palabras, sin fotos ni títulos llamativos, lo que se convertiría luego uno de sus aspectos distintivos, Crisis salió a la cancha. Los diez mil ejemplares del primer número se agotaron en una semana. Luego fueron cuarenta números a lo largo de poco más de tres años con una variedad de reconocidos autores que iba desde Sartre a García Márquez, de Homero Manzi a Vinicius de Moraes, de Neruda a Cortázar, de Haroldo Conti a Darcy Ribeiro, y siempre con las páginas acompañadas por los dibujos de Hermenegildo Sábat. El arte estuvo siempre muy presente en la revista, cada número traía de regalo láminas facsimilares con obras de arte, idea impulsada por el propio Vogelius, orgulloso coleccionista de arte. Una vez que la revista empezó a instalarse en el mercado y en la escena cultural y política argentina, surgieron los famosos Cuadernos de Crisis, inspirados en los cuadernos de su hermana mayor: Marcha. Y otra de las patas de la revista fue una editorial, dirigida por Julia Constenla, que publicó La Patria Fusilada de Paco Urondo, Vagamundo de Galeano y Mascaró, el cazador americano de Conti, entre otros, y también una colección llamada Esta América dirigida por Mario Benedetti. “A partir del tercer o cuarto número la revista se perfilaba con demasiada estructura para lo que producía. Entonces inventamos la editorial”, dijo Julia Constenla en una entrevista en 1992 con Fabián Kovacic que se reproduce en su libro sobre Galeano. “Habíamos charlado con Vogelius sobre la producción esquemática de títulos de libros con la marca de Crisis. El primero fue el del dirigente socialista boliviano Marcelo Quiroga Santa Cruz, El saqueo de Bolivia. Se vendieron 20 mil ejemplares”, le dijo Rogelio García Lupo, otro de los integrantes fundamentales de la revista, a Miguel Russo en una nota publicada en el semanario Miradas al Sur. Gran parte del éxito de la revista tuvo que ver con las firmas de la revista, nombres importantes de la cultura latinoamericana y en algunos casos de Europa. Y en eso había mucho de Galeano, que levantaba un teléfono y conseguía un texto inédito. Eso también fue algo que cautivó a Vogelius, los contactos y las amistades del uruguayo. “García Márquez, Cortázar, todos nos cedían sus textos. El único que nos cobró una nota fue Borges“, cuenta Vicente Zito Lema, uno de los secretarios de redacción de la revista junto a Aníbal Ford y Juan Gelman, y luego director editorial. La revista nunca publicó un manifiesto ni una declaración de objetivos, pero con su camino dejó muy en claro sus intenciones: democratizar la cultura, poner en agenda temas sociales que estaban en los márgenes, repensar el pasado y generar un intercambio entre las culturas de distintos países del mundo, acompañando un momento de muchos cambios culturales,
Antorchas por la educación
Miles de docentes, estudiantes y científicos se movilizaron hasta Plaza de Mayo. Rechazaron el ajuste a la educación y el pedido del Gobierno al FMI. La semana que viene habrá paros de profesores y nuevas manifestaciones. Docentes universitarios, estudiantes y científicos encabezaron ayer una masiva marcha de antorchas “en defensa de la universidad pública y el salario docente”, que mostró un fuerte rechazo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y preocupación por el futuro de las universidades. “O la peleamos o la perdemos”, sintetizaba uno de los carteles. La columna partió de Avenida de Mayo y Bernardo de Yrigoyen poco después de las 18, y avanzó hasta la Plaza de Mayo –que continúa vallada por reformas–, donde se hizo un acto de cierre. Participaron las federaciones docentes Conadu y Conadu Histórica –con presencia de sus gremios de base–, la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), numerosas agrupaciones y federaciones estudiantiles, así como organizaciones de investigadores y becarios. También hubo diputados, como Roberto Salvarezza y Felipe Solá. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, estuvo presente en varios carteles y ya se ganó su primer muñeco en una marcha argentina. La versión en goma espuma de Lagarde expresaba en un cartel: “Soy yo, Christine, pelotudo”. Su foto también estuvo en varias pancartas: “Soy la responsable de la futura reforma laboral, una vez más”. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, también fue homenajeado: “Soy el responsable de la devaluación de tu salario y de la inflación del 10 por ciento en el primer cuatrimestre”. “Estamos reclamando, en primer lugar, por la paritaria salarial que lleva tres meses abierta y todavía no hemos podido avanzar ni un centímetro respecto de la propuesta inicial del Gobierno”, aseguró el secretario general de la Conadu, Carlos de Feo. “El presupuesto universitario hace dos años que se comenzó a achicar y el acuerdo con el FMI va a provocar seguramente más ajuste en el Estado, por eso la contundencia y masividad que está teniendo esta marcha”, agregó. La Conadu confirmó que participará de la marcha federal educativa que se realizará el 23 de mayo y ha convocado a un paro de 48 horas para el 28 y 29 de este mes, de no haber avances en la paritaria. Antes de la movilización, el Ministerio de Educación de la Nación anunció que otorgará a los docentes universitarios un incremento salarial del 5 por ciento “a cuenta de los futuros aumentos que se acordarán en la mesa de negociación con los gremios”. Desde la Conadu criticaron la decisión “unilateral” y lo interpretaron como una forma de enfriar el conflicto. El secretario general de la Conadu Histórica, Luis Tiscornia, planteó que “es necesaria la más amplia unidad. Es un momento en el que quien no reclama y lucha, pierde”. Esta federación confirmó paros de 48 y 72 horas para los días 22 y 23 de mayo, y 28, 29 y 30 del mismo mes. También participarán de la movilización del 23. Docentes de la Universidad Nacional del Arte llevaron máscaras que crearon con boletas de luz y gas para denunciar el tarifazo: “Estamos luchando por nuestro presupuesto, por recuperarlo e incrementarlo. El Gobierno, a pesar de muchas apelaciones que ha hecho la universidad, no nos exime del ABL, y las tarifas están impagables”. El copresidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) Adrián Lutvak contó: “Los estudiantes vinimos a apoyar el reclamo que tienen los docentes por su paritaria y porque rechazamos el ajuste en educación. Es fundamental la unidad estudiantil y docente para repudiar los recortes”. Alumnos que suman un segundo trabajo y deben dejar de cursar porque no les dan los horarios, otros que empiezan a buscar cómo compartir apuntes o materiales para no tener que abandonar sus estudios, fueron algunas de las situaciones alertadas por docentes y estudiantes. Florencia, que estudia en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, se movilizó en apoyo a sus profesores: “Vine porque no comparto el recorte que se está dando. Nadie debería dar clases ad-honorem, ni sin que el sueldo que cobra le alcance. Si alguien me da una clase increíble cuando está ad-honorem, ¿qué educación me podría dar teniendo un sueldo?”. “Hay una necesidad muy grande de manifestar en la calle, en unidad y orden, lo que estamos sintiendo, la indignación por la situación y, al mismo tiempo, la esperanza de cambiar esto algún día”, dijo el diputado Solá. El ex gobernador se refirió a la convocatoria del presidente Mauricio Macri a un gran acuerdo nacional: “Macri quiere que vayamos a acordar con ellos qué van a cortar: de ninguna manera. Si vamos a hablar con el oficialismo, tiene que ser para que nos diga cómo vamos a crecer”. El dirigente de los maestros Roberto Baradel (Suteba) también acompañó la marcha: “Es clave defender la universidad pública y todo el sistema educativo argentino. Respaldamos la lucha por paritarias sin techo, pero también por la inversión educativa, el financiamiento y la defensa de la educación pública. El acuerdo con el FMI es menos educación, menos salud y más pobreza y desempleo. Los docentes lo rechazamos de plano”. Fuente: Inés Fornassero para www.pagina12.com.ar
Preocupa la situación educativa
Mediante sus investigaciones a lo largo de las últimas décadas, Vessuri demostró cómo los estudios etnográficos de las ciencias pueden brindar elementos tanto para la teoría social como para la política La antropóloga Hebe Vessuri, es una de las científicas más importantes de Argentina y de la región. Y fue noticia esta semana por su desvinculación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), después de varios años en los que trabajó como una de sus investigadoras principales. “Le confieso que me preocupa la forma como el tema de mi no recontratación por el Conicet es interpretado por gente que aprecio mucho. No se trata de demonizar la institución porque no fueron así las cosas. Se combinan varios factores independientes, uno del otro. Por un lado la actual situación del país y del Ministerio. Y por otro, que se terminó mi contrato con el Conicet. Ellos tuvieron un gesto amable y solidario cuando me ofrecieron un contrato transitorio. Pero después de varios años, ese contrato terminó ahora, que tengo 75 años. Si bien no conozco las razones por las que no me renovaron el contrato, no me fui mal ni quedé en una mala relación con el Conicet. Al contrario, agradezco los años que estuve allí y sigo trabajando en mis propios proyectos que son muchos gracias a Dios”, explicó la antropóloa a Infobae. Mediante sus investigaciones a lo largo de las últimas décadas, Vessuri demostró cómo los estudios etnográficos de las ciencias pueden brindar elementos tanto para la teoría social como para la política. Su concepción de los estilos nacionales de ciencia y del papel cultural de la ciencia en los países menos desarrollados ha sido particularmente influyente en la región sudamericana, ayudando a dar visibilidad a los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS) en los países “no hegemónicos”. Y esa pasión que la llevó a trabajar en varios países, no se apaga. “Me hubiese gustado que me renovaran el contrato en el Conicet. Pero ahora estoy enfocada en varios proyectos antropológicos y varias investigaciones en la Patagonia, La Pampa y Córdoba”, agregó la experta, distinguida en 2017 con el Premio John D. Bernal de la Society for Social Studies of Science (4S), que se otorga anualmente a un académico que haya hecho una contribución fundamental en CTS. Cabe destacar que es la primera vez que este premio se otorgó a un investigador que no pertenecía a Europa o a los Estados Unidos. Una científica mundialmente reconocida Vessuri es una personalidad fundamental para el desarrollo de los estudios sobre la ciencia en América Latina y es una referente para varias generaciones que se interesaron por estos temas y se formaron bajo su influencia y consejos. Distinguida en 2017 con el Premio John D. Bernal de la Society for Social Studies of Science (4S), que se otorga anualmente a un académico que haya hecho una contribución fundamental en CTS A los 18 años comenzó a estudiar la carrera de Letras en la UBA e hizo una inscripción simultánea en Antropología. Pero al año se fue a vivir a Inglaterra, donde estudió Antropología Social en Oxford sin olvidarse se su Argentina. La tesis de doctorado la hizo sobre el campesinado sin tierra en la zona de riego del Río Dulce, en Santiago del Estero, bajo la supervisión de los reconocidos antropólogos David Maybury-Lewis y Ramond Carr. De Inglaterra en 1966, se fue a vivir a Canadá donde hizo docencia en universidades con una beca del Canada Council. Regresé a la Argentina en 1971 y se fue a trabajar a la Universidad Nacional de Tucumán, desarrollando una línea de investigación referida a la organización familiar y laboral entre los obreros rurales de los ingenios azucareros en esa provincia. Con la llegada de la dictadura militar, se fue exiliada en 1976 a Venezuela acompañando a su esposo que también era antropólogo e investigador del INTA. Por azar cayó en un área de trabajo sobre política y transferencia de tecnología en el Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central de Venezuela donde también estaba, entre otros argentinos, el doctor Manuel Sadosky. Vessuri fue reconocida en 2017 por el Senado de la Nación “Comencé trabajando sobre formas de organización tecnológica en la agricultura venezolana, el sistema de roza y quema, la reforma agraria, la explotación agrícola familiar. Un par de años más tarde ya estaba trabajando en firme en los estudios sociales de la ciencia y la tecnología, en un compromiso formal con la institución de desarrollar un programa de posgrado en ese campo y el programa de investigación correspondiente”, comentó Vessuri, autora y editora de 31 libros, y cientos de artículos, capítulos de libros e informes gubernamentales, escritos en inglés, español, francés y portugués. Una preocupación argentina: la educación Con una vasta experiencia en el país y en el exterior, la especialista mostró su preocupación por el estado de la educación y la ciencia en la Argentina actualmente. Y particularmente en la sociedad en su conjunto. “Después de vivir muchos años en el exterior, pude recuperar la sensación de pertenencia. Pero también observo a una sociedad que atravesó varias crisis.Noto que hay tanta dureza y contradicciones en ella. Parece que la gente tiene mucha sensibilidad a los problemas estructurales de la Argentina como la inflación, la situación económica, el dólar, etc”, ejemplificó Vessuri, que hizo foco en la “mucha desigualdad en temas educativos que tiene el país”. “Argentina enfrenta dilemas duros y difíciles. Si no hay capacidades científico-técnicas de un aceptable nivel, tampoco vamos a poder avanzar muchos como país. Argentina tiene una educación subdesarrollada en muchos de los niveles. Nos falta trabajar más en temas educativos primarios, secundarios y universitarios. Me preocupan esos temas educativos y me gustaría poner mi grano de arena para que el país avace a su desarrollo y consolidación”, precisó la antropóloga Igualmente, la experta dejó entrever que ha habido un progreso en materia científica en los últimos años. “La ciencia en Argentina ha resurgido en el siglo XXI después de varias décadas de destrucción y éxodo de buena parte de su potencial humano de relevo, lo que resultó en tremendos huecos y non sequiturs que todavía se observan
Reforma del 18: homenaje y compromiso
En la celebración de su centenario, es alentador ver el amplio reconocimiento que la Reforma Universitaria de 1918 despierta en los más amplios círculos historiográficos e institucionales. Pero, la oportunidad es propicia para rescatar su naturaleza polémica, irritante, ajena a cualquier unanimidad. El papel de la Reforma ha sido crítico, liberador, aperturista, renovador e ilustrado. Aunque también tuvo sus traspiés, sus inconsecuencias y, en algunos períodos, una cierta tendencia a la inercia. Por eso los homenajes que se jalonaron en todos los años terminados en cero, hacen de la Reforma a veces un grito de denuncia y rebeldía, a veces un rito formal, acaso tibio y políticamente correcto. Este cumpleaños secular, resumen de todos los homenajes hasta ahora conocidos, encierra algunos enigmas: ¿Qué facetas de la multicolor Reforma sobresaldrán? ¿Se fortalecerá la imagen de un reformismo cristalizado o renovado en contenidos contemporáneos? Frente a la comprobación de que este centenario es celebrado por diversas corrientes argentinas, cabe preguntase si el talante de desafío y osadía de la Reforma habrá quedado en el rincón de los recuerdos, como si ya no hubiera luchas para las cuales su estandarte morado pudiera ser símbolo y motivo. Es bueno el acuerdo generalizado sobre la trascendencia de un movimiento cultural proyectado al futuro. Pero, quizás no lo sea que el frío del bronce amenace su vitalidad, su fibra, su pulso contestatario. Por eso, para evitar la quietud del mausoleo, es preciso recorrer una y otra vez sus orígenes, entender sus fuentes, el azar de su aparición y las constantes de su permanencia. Esa necesidad comprende a los mayores, que podrían ceder a la tentación consagratoria, pero en buena medida también a los jóvenes. El manifiesto decía que la juventud “vive siempre en trance de heroísmo”. Pero, cien años después cabe la duda. La juventud idealizada por la teoría generacional en que creían sus gestores –no sólo los muchachos, también los maestros- ya no está presente. La juventud de todos los tiempos tiene, sin dudas, sus caracteres propios y sus códigos de comunicación impenetrables para sus predecesores. Pero no hay juventud eterna. El movimiento estudiantil es clave para que haya Reforma Universitaria, es su actor colectivo por excelencia. El relieve, la dinámica, la frescura y la audacia con la que los dirigentes estudiantiles de cada época van dejando testimonio de su paso por las universidades es el signo indiscutible para la recreación innovadora del movimiento. Los profesores, los directivos, los políticos con identidad reformista juegan, desde luego un papel importante. También los que no son reformistas por el reconocimiento que muestren, las controversias que susciten y los debates a los que estén predispuestos. Pero, la presencia activa de los estudiantes es la materia crítica para la continuidad y profundización de la Reforma. La continuidad del movimiento estudiantil en la Argentina, con su organización en agrupaciones, centros y federaciones regionales, hasta llegar a la Federación Universitaria Argentina es la garantía fundamental de esa persistencia. Puede trazarse, entonces, la parábola que une la actualidad del sistema universitario nacional con la Reforma Universitaria a lo largo de un siglo. Primero, la combativa revuelta estudiantil; pronto, su carácter nacional, social y democrático; en seguida, la proyección latinoamericana; más adelante, el afianzamiento de un programa para organizar y asegurar una confluencia sólida entre pueblo, ciencia y libertad en las universidades públicas; después los contrastes, los retrocesos, las derrotas; por fin, hace un tercio de siglo la recuperación democrática y la reconstrucción institucional del sistema universitario hecha en su nombre, que llega incluso a estamparse como cláusula constitucional para plasmar la contemporánea configuración universitaria argentina. En la médula de la configuración la autonomía, el cogobierno y los concursos públicos, es decir un mecanismo efectivo de articulación entre los grupos académicos, las conducciones institucionales y los elencos gubernamentales, canalizado a través de la participación política interna de docentes y estudiantes. La confianza del gobierno federal en esas microrepúblicas de ciudadanos universitarios a quienes delega importantes potestades públicas es el cemento básico. También contribuye mucho la relación entre todas ellas para complementarse, cubrir el territorio, desplegar las clásicas funciones de enseñanza, investigación y extensión y sumarles las nuevas: posgrados, vinculación tecnológica, evaluación y acreditación, educación a distancia, internacionalización, planeamiento para el desarrollo. Pero, la dimensión de esos logros no disminuye el deber de definir para cada época los problemas que subsisten, los atrasos que deben reconocerse, las falencias que entraban y paralizan, las amenazas que se ciernen desde afuera y desde adentro. Esos diagnósticos pueden formar la agenda de la política pública que se ejecute a la par en el ámbito estatal y en el universitario. El consenso sobre las grandes tareas nacionales podría marcar la convergencia entre las variadas corrientes político-culturales de la Argentina. No obstante, la vertiente reformista tiene sobre sus espaldas, por su específica tradición y por la originalidad de su larga trayectoria, los deberes adicionales de cultivar valores y sentidos que desde 1918 los comprometen y de cumplirlos con al menos una pizca del coraje, la originalidad y el ingenio de los precursores. Fuente: Adolfo Stubrin para www.nuevospapeles.com
Paro docente el 23/5/18
La La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) convocó a un paro nacional docente y a realizar una “marcha federal educativa” para el próximo 23 de mayo/18. El dirigente gremial Roberto Baradel dio a conocer los detalles de lo que será la próxima Marcha Federal Educativa, que culminará en un paro docente. La medida de fuerza comenzará el 21 de mayo/18, “con cuatro columnas para llegar el 23 a la Plaza de Mayo, con un paro nacional el 23”, explicó el sindicalista. Baradel, señaló que a esta instancia se llegó porque “no hay ningún tipo de respuestas” de parte del oficialismo a los reclamos paritarios que vienen llevando adelante. “Estamos reclamándole al gobierno a nivel nacional la paritaria y el financiamiento para la educación. En la provincia de Buenos Aires, una paritaria que no tenga techo y que tengan voluntad de negociación”, sostuvo Baradel. “Además, le solicitamos financiamiento para las problemáticas que tiene la escuela pública a las que nadie está dando respuesta”, sentenció el sindicalista en dialogo con la prensa. También los porteños Los docentes porteños decidieron un nuevo paro para el miércoles 23 de mayo, para pedir “la inmediata recomposición salarial que compense la pérdida de poder adquisitivo de los docentes de la Ciudad. Además los delegados incluyeron las demandas de mayor presupuesto educativo, retiro del proyecto de UniCABA (universidad docente) y vacantes para todos los niños y las niñas cuyas familias elijan la escuela pública. Será la cuarta huelga de maestros en el distrito desde que arrancaron las clases. Las otras tres habían sido los primeros dos días de clases, el 5 y 6 de marzo, en el marco del paro convocado por Ctera a nivel nacional, en reclamo de la apertura de la paritaria federal. Y el tercero fue el 6 de abril. Los gremios vienen reclamando un 24% de aumento para 2018. La administración porteña ofreció un 15% en tres cuotas: un 8% en marzo, un 4% en agosto y un 3% en octubre, con una cláusula de revisión (no gatillo) en septiembre. A esto le sumaron un bono por capacitación de hasta 4.000 pesos por año para quienes completen cursos de contenidos prioritarios y hasta un 5% adicionales por títulos (de grado o maestría). Quince de los 17 gremios de docentes estatales porteños aceptaron la propuesta y firmaron el acuerdo, pero UTE y Ademys la rechazaron por considerarla “insuficiente”. Fuente: http://infogei.com.ar/ y www.clarin.com
Mejor, en casa
Estudiar en la universidad pública es un sueño posible en Argentina pero inalcanzable en muchos otros países. La gratuidad y la calidad educativa parecen ser los factores fundamentales a la hora de desembarcar aquí. La Constitución Nacional establece la igualdad de derechos para todos los que habitan el suelo argentino. Los extranjeros gozan de los mismos beneficios que aquellos que nacieron en el país, entre ellos, el de estudiar. Este principio alcanza al sistema universitario, que también ha hecho de la inclusión uno de sus pilares fundamentales junto con la gratuidad. En efecto, la actual Ley de Educación Superior señala que “todas las personas que aprueben la educación secundaria pueden ingresar de manera libre e irrestricta a la enseñanza de grado en el nivel de educación superior”. Las normativas vigentes establecen derechos civiles que, afortunadamente, los argentinos hemos naturalizado. Sin embargo, para muchos habitantes de otros países de la región y del mundo son inalcanzables. Sin dudas, el modelo universitario argentino presenta condiciones atractivas para los estudiantes extranjeros. Si bien representan sólo el 2,8 % de la población estudiantil, el número de jóvenes que llegan de distintos lugares del mundo para estudiar en el país creció en los últimos años. De acuerdo con los últimos datos publicados por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación correspondientes a 2016, sobre un total de 1.519.797 estudiantes de carreras de pregrado y grado de universidades públicas argentinas, 39.956 son extranjeros. Perú encabeza el listado de alumnos en universidades públicas con el 23,8%, seguido de Paraguay (14,1%), Bolivia (12,4%), Brasil (12%), Chile (8,8%), Colombia (7,3%), Estados Unidos (7,2%) y Uruguay (2,8%). Poco en números, mucho para la defensa de un modelo universitario A pesar de responder a un principio constitucional y representar un pequeño porcentaje de la población universitaria, el ingreso irrestricto de extranjeros se vuelve eje de debate cuando algunos sectores de poder adquieren mayor protagonismo y buscan privilegiar intereses particulares por sobre el bien común. La crítica se basa, en la mayoría de los casos, en aspectos económicos, aunque también esconde prejuicios que son ideológicos: la polémica arranca cuando muchos proponen un arancelamiento para los estudiantes extranjeros y se olvidan de la apertura, la tolerancia, la pluralidad y la inclusión que promueve el modelo universitario argentino. En este sentido, el rector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), Ernesto Villanueva, explica que desde hace décadas existe la polémica entre quienes piensan a la universidad “como un servicio y quienes la consideramos como un derecho, como una institución clave para el crecimiento de nuestra Nación”. En tanto, el rector de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJ), Rodolfo Tecchi, recuerda que estos principios ya estaban establecidos desde el Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria y resume que “fue un mensaje a todos los estudiantes latinoamericanos, así que el espíritu latinoamericanista de la Universidad Argentina es insoslayable”. Aquellos que se centran en un análisis puramente economicista también olvidan la importancia de la presencia de extranjeros en relación a la inversión que realizan en el país: alquilan viviendas, consumen alimentos y pagan impuestos. Además, contar con extranjeros en la universidad enriquece el día a día de las aulas dado que promueve la diversidad cultural y la ampliación de los aprendizajes, al tiempo que permite desarrollar la tolerancia y el respeto hacia los otros. Así lo entiende también el ranking global de universidades QS al considerar la presencia de estudiantes extranjeros como un indicador de calidad universitaria: a mayor proporción de extranjeros, más valorada es la institución debido a su capacidad de atraer alumnos de otros países. Los principales atractivos: la gratuidad y la calidad educativa La universidad argentina se destaca en la región por la apertura y la pluralidad, como así también por la calidad educativa, según expresan jóvenes que decidieron desembarcar en estas latitudes. Sebastián Castro Jiménez nació en Santiago de Cali, Colombia. Al terminar la escuela secundaria decidió emprender la aventura de estudiar lejos de casa. Desde pequeño escuchó de sus padres que “en Argentina la universidad era de alto nivel y renombre, además de ser pública, verdaderamente pública”. Sin dudarlo, llegó a nuestro país y hoy cursa la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA). “En Colombia, como es sabido, acceder a la educación superior es bastante más complicada y costosa”, explica Sebastián, para luego agregar que “después de buscar en internet en la página de la UBA (…), me di cuenta que Ciencias de la Comunicación era la carrera que más me gustaba por lo amplio de las temáticas y los aspectos que toca”. El joven colombiano no disimula su entusiasmo ni escatima halagos a la hora de expresar su experiencia en una institución argentina: “Estoy enamorado de la Universidad de Buenos Aires, me ha dado herramientas críticas y de pensamiento que antes no tenía, me ha otorgado conocimientos que nunca pensé poder adquirir”. Asimismo, destaca a la educación pública como herramienta fundamental de construcción social y como modelo indudable dentro la región: “Siempre, cuando hablo con alguien, ya sea argentino, argentina o extranjero, recomiendo y defiendo la educación pública porque es uno de los logros que se han ganado y mantenido al calor de la lucha (…). Pienso que debería ser el modelo a seguir en Latinoamérica. Los y las estudiantes extranjeros en la universidad pública, en general valoramos, respetamos y defendemos la educación que nos forma como futuros profesionales, además, y no menos importante, nos forma como mejores personas”. Vladyslav Dodonov, de nacionalidad ucraniana, también eligió estudiar en una universidad pública del país. Alumno de la carrera de Sociología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Vladyslav relata que decidió estudiar en Argentina “por el prestigio internacional de la UBA: mi carrera se encuentra muy por encima en los rankings mundiales de calidad educativa que las universidades de mi país de origen”. “También que sea una universidad pública y gratuita –continúa- juega un rol importante para los que estudiamos en Argentina. El hech o de poder acceder a
Queríamos tanto a Juan Carlos
A uño de su partida, la Universidad Pedagógica Nacional homenajeó al gran Juan Carlos Tedesco, en un acto académico en el que hablaron el rector de esa casa de estudios, Adrián Cannellotto; el educador Emilio Tenti Fanfani; y el investigador Darío Pulfer. La Escuela de Humanidades recuerda al gran pedagogo argentino, creador del Programa para la Mejora de la Enseñanza de la UNSAM, quien falleció el 8 de mayo de 2017. En este texto, el director del Centro de Documentación e Investigación acerca del Peronismo (CeDINPe), Darío Pulfer, destaca su legado teórico, su activa participación política para la mejora de la educación y su capacidad de reflexión sobre los problemas de la enseñanza, la educación y la igualdad en Latinoamérica. Por Darío Pulfer* Recuperar a Juan Carlos Tedesco a un año de su partida tiene múltiples dimensiones. Resulta un acto de justicia para una figura del mundo académico que trascendió los límites de nuestro país con sus contribuciones en reflexiones, acciones y libros. Importa además un merecido recuerdo para un maestro y colega que desplegó su actividad en el ámbito de la UNSAM de manera constante y comprometida. Aparece también, en los tiempos que vivimos, como una necesidad de orden intelectual y político fundada en varias razones. En primer lugar, el aporte sustantivo que Tedesco hizo al modo de pensar la educación en la Argentina y América Latina vinculándola con la realidad social, la configuración estatal, los bloques históricos y los proyectos de país. Esa asociación activa lo llevó a establecer un marco conceptual que se diferenció tanto del reproductivismo como del optimismo pedagógico. Desde esa matriz de análisis pudo integrar las dimensiones políticas, económicas y culturales de la vida social y ponerlas en diálogo con lo educativo sin perder la especificidad del campo. Dicho análisis recuperó la necesidad histórica de proveer a la comprensión de los procesos una dimensión temporal más amplia, que aportaría profundidad y sentido. En segundo lugar, su particular modelo de intervención intelectual, que entendía la actuación política, técnica y profesional como parte de la responsabilidad pública del intelectual. La vocación de Tedesco por participar del debate público quedó evidenciada en el deseo de dar a conocer sus elaboraciones por todos los medios disponibles. Su inclinación a incidir en el diseño y desarrollo de las políticas públicas en el ámbito de la educación no solo derivó de los distintos roles que ocupó como funcionario internacional o decisor político sino también de un marco conceptual que impulsaba el cruce de la investigación y los trabajos académicos con la práctica. Esto se vio reflejado en los esfuerzos que en sus últimos años volcó en la UNSAM —en la que buscó introducir nociones pedagógicas inclusivas a través del Programa de Mejora de la Enseñanza— y en el Instituto Tecnológico Beltrán, donde propuso combinar una renovación de los contenidos y de las tecnologías con el estímulo a la permanencia de los estudiantes. Asimismo, el alcance de su pensamiento en la Argentina, América Latina e Iberoamérica lo convierte en uno de los más prestigiosos estudiosos de la educación de las últimas décadas. De hecho, algunas de sus obras de índole histórica siguen siendo materia de consulta y cita obligada al momento de trabajar y reconstruir determinados períodos. En tercer lugar, sus obras más recientes sobre la educación en América Latina y la Argentina contienen elementos valiosos para la agenda educativa de este tiempo. Hablar de educación y justicia social en América Latina implicó la introducción de una perspectiva que problematizó la educación regional y, a la vez, actualizó la mirada sobre los procesos reformistas de las últimas décadas. En línea con otros materiales que relevan la cultura, la sociedad y el estado, su libro La educación argentina hoy —publicado por Siglo XXI—constituye en nuestro país un diagnóstico y un repertorio de propuestas que es necesario volver a mirar. En efecto, se trata de un libro colectivo que se presentó en la coyuntura de las elecciones de 2015, pero que trascendió ese marco al abordar cuestiones vinculadas con el financiamiento de la educación, la formación docente, la instancia de la evaluación y la perspectiva pedagógica en las universidades, entre otras, e incorporar un análisis de los escenarios socioeducativos para una aproximación a la diversidad geográfica y social argentina. Asimismo, el libro recuperó buena parte de los avances de la implementación de la Ley de Educación Nacional y señaló los desafíos de orden pedagógico pendientes. En materia de diagnósticos y proposiciones en torno a la educación nacional, La educación argentina hoy constituye su último legado. Se trata de un material que logró abordar de manera argumentada los temas centrales de la agenda democratizadora: cómo lograr el cumplimiento de la obligatoriedad del secundario; cómo jerarquizar la docencia integrando profesionalidad y condiciones laborales dignas; cómo mejorar los aprendizajes; cómo movilizar las instituciones desde la conducción de los directores; y qué avances desplegar para el financiamiento, entre otros. En su planteo quedó claro el lugar que ocupan el Estado en el desarrollo educativo así como la educación configurada como bien social de carácter público. Los llamados de Tedesco a pensar estratégicamente la educación en una serie temporal que trascienda el cortoplacismo —ubicando lo educativo en el corazón del estilo de desarrollo y promoviendo un debate público sobre las características y sentidos de la misma— nos siguen interpelando. Recuperar su pensamiento es dar continuidad a ese modo de pensar que integró la educación con la sociedad y el Estado, intervino en la cualificación de la agenda del debate educativo, propuso líneas de avance en la democratización educativa y se comprometió con la tarea cotidiana de educar. Para leer la última entrevista a Juan Carlos Tedesco realizada en la UNSAM, clic aquí. *Director del Centro de Documentación e Investigación acerca del Peronismo (CeDInPe) y director de la Colección Ideas en la Educación Argentina de la Universidad Pedagógica Nacional


