Albert Camus (Mondovi, Argelia francesa, 1913-Villeblevin, Francia, 1960) fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en Argelia. Sus concepciones se formaron bajo el influjo de Schopenhauer, de Nietzsche y del existencialismo alemán. Se le ha atribuido la conformación del pensamiento filosófico conocido como absurdismo, si bien en su texto «El enigma» el propio Camus reniega de la etiqueta de «profeta del absurdo». Se le ha asociado frecuentemente con el existencialismo, aunque Camus siempre se consideró ajeno a él. Pese a su alejamiento consciente con respecto al nihilismo, rescata de él la idea de libertad individual. Formó parte de la Resistencia francesa durante la ocupación alemana, y se relacionó con los movimientos libertarios de la postguerra. En 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura por «el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de la actualidad».
“La peste”, una advertencia de Albert Camus
El libro, de 1947, empieza con ratas muertas y sigue con una enfermedad y una ciudad en cuarentena.
“La peste”, una advertencia de Albert Camus. El libro, de 1947, empieza con ratas muertas y sigue con una enfermedad y una ciudad en cuarentena.
Una frase ya nos deja claro lo que se viene: «La mañana del 16 de abril, el doctor Bernard Rieux, al salir de su habitación, tropezó con una rata muerta en medio del rellano de la escalera», escribe Albert Camus. Y, ay, la novela, de 1947, se llama La peste. Nada bueno nos espera.
Después de esa rata hay otra, hay otra, hay un montón. No es un chiste de mal gusto, no es un atentado: es la peste. Y nos habla, en tiempos de coronavirus, claro.
La novela de Camus -que nació en 1913 y recibió el Nobel en 1957 tres años antes de morir- transcurre en Orán, Argelia, en plena ocupación francesa. Ya no es una, dos, son miles de ratas muertas por día. Y enseguida, lo previsible: el primer humano enfermo. Y el primer muerto. Hay que hacer algo, claro, pero primero hay que aceptar que la peste ha llegado. Empezando por las autoridades.
La peste
Autor: Albert Camus
Editorial: Ediciones Americanas
Páginas: 348
Precio: $590
La ciudad -¿les suena?- será puesta en cuarentena y muros adentro se verá lo mejor y lo peor de la especie humana. Falta suero. Y hay quienes prefieren no alarmar, que mejor esperar, que veremos si es para tanto.
El doctor, mientras tanto, será el héroe ético, el hombre preocupado por detener el mal. «No debemos obrar como si la mitad de la población no estuviese amenazada de muerte, porque entonces lo estará», dice.
Las pestes, en la historia, han matado y han pasado. El doctor Rieux sigue alerta porque, dice el narrador, «él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa».