Con la inteligencia artificial transformando la educación, la UNESCO hace un llamado a que el personal docente esté en el centro de este cambio. El futuro de la educación comienza con quienes enseñan. Son ellas y ellos quienes dan vida al aprendizaje. Construyen vínculos humanos que ningún dispositivo puede replicar. Acompañan al estudiantado en el desarrollo de capacidades que ninguna máquina puede transmitir, como el pensamiento crítico, la reflexión ética, la inteligencia emocional y el sentido de pertenencia social. personal docente no es programable
En todo el mundo los países siguen enfrentando dificultades para formar, incorporar y retener a suficiente personal docente calificado. La Cumbre Mundial sobre las y los Docentes 2025 destaca la urgente necesidad de abordar la escasez de profesionales de la enseñanza, de fortalecer la valoración de esta labor y de invertir en la formación docente. El primer Informe Mundial sobre el Personal Docentes de la UNESCO y el Grupo de Trabajo sobre el Personal Docente muestra que se necesitarán 44 millones más de maestras y maestros de educación primaria y secundaria de aquí a 2030 para alcanzar las metas educativas.
A esta crisis de escasez de docentes se suma la disrupción generada por la inteligencia artificial, que será el tema central de la Semana del Aprendizaje Digital 2025, el evento insignia de la UNESCO sobre tecnología y educación. La integración de la IA en los sistemas educativos abre oportunidades transformadoras pero también plantea desafíos complejos, ya que modifica pedagogías, currículos y formas de gobernanza de la educación, al tiempo que suscita interrogantes fundamentales sobre equidad, ética y poder de acción humana.
Militza Saavedra Montero, docente de Concepción, en el centro-sur de Chile, ve en la inteligencia artificial una gran oportunidad para su aula. Participó en una capacitación de la UNESCO orientada a fortalecer las competencias digitales del personal docente en Chile, donde aprendió sobre los distintos estándares y la evolución de las herramientas digitales. La inteligencia artificial le ayuda a ahorrar un tiempo valioso.
Militza considera que su rol como docente es fundamental para ayudar al estudiantado a utilizar la tecnología con un pensamiento crítico. El desafío consiste en enseñar a las personas a usar la inteligencia artificial de manera responsable. Para algunas y algunos docentes, la IA genera incertidumbre, exige nuevas habilidades y redefine los roles profesionales. Para otras personas, abre nuevas posibilidades de innovación, aprendizaje personalizado y mayor eficiencia en el aula.
Entre oportunidades transformadoras y desafíos complejos
Las herramientas digitales, incluida la inteligencia artificial, pueden ayudar a las y los docentes a personalizar el aprendizaje de cada estudiante, reducir la carga de papeleo y abrir el acceso a recursos educativos más allá del aula. Pero estas oportunidades también traen desafíos importantes.
Muchos estudiantes todavía carecen de internet confiable o de dispositivos, lo que profundiza la desigualdad. Los sistemas de inteligencia artificial pueden contener sesgos ocultos, son propensos a errores y pueden generar resultados injustos para quienes aprenden. Y si se usan sin cuidado, las tecnologías pueden reducir la interacción humana, que es la base de una enseñanza significativa. Por eso, la UNESCO enfatiza que, aunque la IA puede apoyar la educación, las y los docentes deben permanecer en el centro, guiando al estudiantado con la empatía, creatividad y juicio que ninguna máquina puede reemplazar.
Sin embargo, las y los docentes de todo el mundo enfrentan presiones crecientes: recursos insuficientes, aumento del tamaño de las clases, expectativas sociales cada vez más altas y, en muchos casos, un reconocimiento social decreciente de su labor. Como resultado, el porcentaje de docentes de educación primaria que abandona la profesión se ha duplicado, pasando del 4,6 % en 2015 a más del 9 % en 2022.
Para la UNESCO, el camino no consiste en elegir entre tecnología o docentes, sino en garantizar que trabajen de la mano en beneficio de las y los estudiantes. Como lo expresa con fuerza Caroline Aidanu, educadora de la Daraja Secondary School en Kenia: “No se puede codificar a las y los docentes porque son quienes dan vida al aula, empoderan a las y los alumnos y hacen que se sientan vistos.”
“El personal docentes no es programable“, la campaña global de educación de la UNESCO reafirma el papel insustituible de las personas docentes en el futuro de la educación. Esta campaña da voz a docentes y estudiantes, y subraya la importancia de mantener la enseñanza en el corazón de los sistemas educativos. Destaca el rol esencial que las personas docentes desempeñan para guiar a las sociedades frente a los desafíos globales actuales, desde adaptarse a las transformaciones provocadas por la inteligencia artificial, hasta dotar a las y los estudiantes de todas las edades de habilidades de alfabetización en constante evolución y fomentar la resiliencia y la esperanza en tiempos de crisis y conflicto.
“Teachers cannot be coded“, UNESCO’s global education campaign reaffirms the irreplaceable role of teachers in the future of education. This campaign gives voice to teachers and learners and underlines the importance of keeping teaching at the heart of education systems. It underscores the essential role teachers play in guiding societies through today’s global challenges, from adapting to the disruptions of AI, to equipping learners of all ages with evolving literacy skills and nurturing resilience and hope in times of crisis and conflict.



