En una entrevista realizada por Argentina Investiga, el doctor en Ciencias de la Comunicación, Juan Cristóbal Cobo Romaní, quien recientemente expuso sobre “Cultura digital y aprendizaje permanente” en las Jornadas Internacionales en torno de la enseñanza en la Educación Superior realizadas en la Universidad Nacional de Villa María, destacó la necesidad de buscar nuevas maneras de evaluar los aprendizajes que surgen desde el uso de las tecnologías. En ese sentido, consideró que no se trata de tener el dispositivo de punta, sino de propiciar una innovación tecnosocial más articulada y a largo plazo.
“La esencia de la tecnología está en la renovación permanente y eso nos pone en conflicto, porque las personas no evolucionamos a la velocidad en que lo hacen las tecnologías. Entonces, más que hablar de nuevas tecnologías, podemos hablar de distintas taxonomías, como tecnologías para la información, tecnologías para el aprendizaje o tecnologías para el empoderamiento”, señaló el investigador chileno. Asimismo, afirmó que no tiene demasiado asidero aquella idea de que los niños que tienen acceso a la tecnología van a ser más listos.
“Hay que tener enormes dosis de creatividad respecto de cómo se usa la tecnología. Desde la educación formal hay que incentivar muchas prácticas de educación no formal; hay que buscar nuevas maneras de evaluar los aprendizajes que surgen desde el uso de las tecnologías, porque no necesariamente el uso de la notebook se va a convertir en mejores competencias para las matemáticas, por ejemplo”, opinó Cobo Romaní, quien además expresó que la escuela tiene que ser más abierta y un espacio en donde entren otros actores y también salgan los alumnos. “Hoy generan mucho valor estudiantes que tuvieron proceso de formación fuera del aula y eso implica un enorme desafío. En los procesos de desarrollo de competencias, utilizando tecnologías, el componente social marca la diferencia”.
En relación a la búsqueda de nuevas alternativas para integrar el uso de las tecnologías al aprendizaje en el ámbito universitario, sugirió que uno de los grandes cambios, más que en infraestructura, tiene que ver con la cultura digital, en el sentido de que el conocimiento tiene que ser abierto y los saberes deben estar en proceso de actualización permanente. “Esto es complicado porque, por lo general, los profesores se convierten en expertos de un área y no están acostumbrados a que se los cuestione, y el cuestionamiento hace que se diversifique y que uno se enriquezca en el proceso”.
Fuente: www.unvm.edu.ar y www.ahoraeducacion.com
