Si ajustas, te espera más ajuste

Un estudio de la Confederación Nacional de Docentes Universitarios señala que el financiamiento universitario sufrirá una caída real si el Congreso aprueba el proyecto oficial, tal como fue enviado por el Poder Ejecutivo; la reducción es casi del 20 por ciento.

“El Presupuesto 2019 no cubre las necesidades y demandas de incremento planteadas por los sectores movilizados en defensa de la universidad pública. Peor aún, supone la continuidad de la política de ajuste”, concluye el informe elaborado por el Instituto de Estudios y Capacitación de la federación docente CONADU sobre el proyecto presentado por el Poder Ejecutivo.

Según el estudio, la propuesta oficial supone una caída real del financiamiento universitario de un 15,9 por ciento respecto de 2017 y no incluye metas de becas para los estudiantes, pero aún así, las universidades sufrirían un ajuste mucho menor que el resto del sistema educativo.

Tal como ya lo advirtieron los rectores de las universidades nacionales, Conadu destaca lo “oscura” e “imprecisa” que es la composición del proyecto de presupuesto, que igualmente no alcanza “para ocultar el recorte de programas y el efecto de desfinanciamiento por inflación” que implica. Lo confuso de la estructura del presupuesto se debe a la inédita inclusión de una serie de ítems con destinos indefinidos, que se teme que sean subejecutados. Entre ellos, Compensación salarial (9500 millones), Transferencias varias (4 mil millones) y Fortalecimiento territorial (1026 millones).

Según el informe de Conadu, la inversión estatal en universidades cayó del 0,85 por ciento del PBI en 2015, al 0,76 en 2018. Para 2019, el proyecto oficial estima que será del 0,79. Sin embargo, por la “incapacidad del Gobierno para concretar sus propias previsiones” y dada la “extraña e imprecisa” composición de las partidas, la Conadu toma el dato “con reservas”.

Uno de los programas ajustados de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) es “Proyectos especiales”, que cae un 3,4 por ciento real con respecto a 2018 y un 18,7 por ciento real con respecto a 2017. El ítem abarca fondos destinados a  una serie diversa de proyectos, que son acordados entre cada universidad y la SPU, como puede ser el desarrollo de nuevas carreras. También cae el Fondo Nacional de Incentivo Docente y Compensaciones Salariales (Fonid) para las universidades: un 30 por ciento real con respecto a 2017.

Otro ítem afectado son las transferencias a universidades para gastos de capital (destinadas a obras de infraestructura), que prácticamente se eliminan. De los 3703 millones presupuestados en 2018 se pasa a sólo 29 millones para 2019, en una suerte de sinceramiento de la política de subejecución y recorte de las obras que se implementó este año, tal como informó PáginaI12.

Pero estos fondos ajustados, además, están distribuidos de un modo “notoriamente desigual” entre las universidades. Mientras que algunas reciben menos de un 25 por ciento de incremento –como las universidades nacionales de General Sarmiento, Pedagógica, La Pampa o Quilmes–, otras cuentan con más de un 50 por ciento de aumento. A través del CIN, los rectores también advirtieron esta situación y presentaron una contrapropuesta al Gobierno, para que todas las instituciones alcancen un piso mínimo de un 32,9 por ciento de aumento.

En cuanto a las becas, el informe de Conadu menciona que se crea un nuevo programa, “Gestión y asignación de becas a estudiantes”, que concentra la gestión de todas las becas del Ministerio de Educación en una Dirección Nacional de Becas Educativas. En este nuevo esquema, “después de muchos años desaparecen en el presupuesto las metas de becas para los estudiantes de bajos recursos y de carreras prioritarias”.

Así y todo, la Conadu destaca que el resto del sistema educativo es el que se lleva la peor parte del ajuste. En efecto, la mayoría de los programas del Ministerio de Educación reciben fondos menores a los de este año en términos nominales. Se destacan “Cooperación e integración educativa internacional” e “Infraestructura y equipamiento”, con un ajuste real del 77 por ciento. Les siguen “Implementación del Plan Nacional de Educación Digital” y “Fortalecimiento edilicio de jardines infantiles” con una reducción del 68 por ciento real.

Además, al igual que en 2018, el proyecto presupuestario omite el artículo que establecía que lo asignado al Fonid no sería inferior a lo asignado el año anterior, y el ítem sufrirá para todo el sistema un ajuste real del 23 por ciento.

“El presupuesto 2019 consolida la tendencia de ajuste en educación y en la universidad desplegado desde la llegada de Cambiemos al Gobierno”, sostiene el informe. La federación docente, al igual que el resto de los gremios de profesores y agrupaciones estudiantiles, mantiene un plan de lucha en reclamo de mayor presupuesto. “Es fundamental continuar fortaleciendo un frente común en la lucha en defensa del derecho a la educación y al conocimiento –concluye la Conadu– y contra el plan de ajuste acordado por el Gobierno con el FMI.”

Fuente: Inés Fornassero para www.pagina12.com.ar

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