El Papa llamó a firmar un pacto educativo global, y más de 3700 docentes se sumaron a esta propuesta. “En la actual situación de crisis sanitaria, llena de desánimo y desconcierto, consideramos que es el momento de firmar un pacto educativo global para y con las generaciones más jóvenes, que involucre en la formación de personas maduras a las familias, comunidades, escuelas y universidades, instituciones, religiones, gobernantes, a toda la humanidad”, dijo el pontífice en un mensaje enviado a un encuentro sobre educación organizado por El Vaticano.
En este contexto, más de 3700 docentes de los niveles inicial, primario y medio de colegios católicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, convocados por la Vicaría Pastoral de Educación de la Arquidiócesis de Buenos Aires, se reunieron de manera virtual en este contexto particular de pandemia, para “transformar la crisis en una oportunidad”, y reflexionar sobre la importancia de repensar la identidad en la educación y comunidad católica, en un proceso de transformación e innovación del sistema educativo.
La actividad contó con la presencia del Arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Cardenal Mario Aurelio Poli; y del P. Cristóbal García Huidobro S.J., Director Red de Escuelas Jesuitas de Chile.
“El contexto nos ha obligado a ser creativos para sostener y acompañar a los alumnos en este momento tan particular y difícil que estamos viviendo”, afirmó el Pbro. Pablo Corbillón, agregando que “quiero en especial, agradecer a todos aquellos que fueron en busca de los chicos y chicas para que no abandonen y que continúen con el aprendizaje a la distancia”.
El Cardenal Mario Poli destacó la mirada del Papa Francisco, aseguró que el Papa “nos ha hecho pensar en la fraternidad, hospitalidad y solidaridad. Nos hace reflexionar en nuestra propia historia educativa, más de 500 años de experiencia educativa en América Latina, y también pensar en nuestra Patria. A veces nos deslumbramos con exitosos programas educativos y culturales de algunos países, que lo han logrado respondiendo a su cultura, a su identidad. Nosotros también tenemos la nuestra. Precisamente, al no perder la identidad nuestra educación puede ser creativa e imaginativa”.
“El Papa es crítico, pero también señala una salida para la esperanza. Siempre hay caminos para construir y responder tanto a nuestra cultura y experiencia educativa, y también tomar del mundo aquellas cosas buenas que podemos incorporar. En educación debemos tener una identidad propia, responder a nuestra cultura, a nuestra historia que es muy rica”, indicó Poli.
En este sentido, se convoca a los docentes a reformular la escuela, a mejorar e innovar, y al mismo tiempo profundizar en los caminos sobre la identidad de las escuelas católicas, buscando que sean más inclusivas y dialogantes con otras visiones del mundo.
Con relación al presente de la educación en contexto de pandemia, el Padre Cristóbal García Huidobro, aseguró que “la pandemia en algún punto nos ha mostrado que es imposible hacer en los hogares lo mismo que se hace en las aulas; la pandemia ha “suspendido” muchos elementos de la estructura curricular regular. Esto ha tenido pros y contras: por un lado, quedó demostrado que es menos eficiente porque es imposible reproducir todo lo que se hace en presencia; pero, por otro lado, entre los muchos pros podemos destacar que la innovación ya no es solo pedagógica, y es acá donde las escuelas y docentes tuvimos que ser muy creativos, aparecieron formatos nuevos, materias nuevas, tuvimos que ocuparnos de los aspectos emocionales, también nuevas maneras de celebrar la Fe. Esta situación -añadió- revalorizó la docencia, los padres empezaron a valorar mucho más lo que hace un profesor o docente con los alumnos en las aulas”.
Fuente: gfabrizio@agencia-vox.com