viernes, abril 19, 2024
InicioUniversidadUniversidad para todos y todas

Universidad para todos y todas

Mauro Benente es Abogado y Doctor en Derecho (UBA), profesor en Teoría del Estado (UBA) y de Filosofía del Derecho (UNPAZ). Investigador, Director del Instituto Interdisciplinario de Estudios Constitucionales (UNPAZ). Recientemente compiló el libro: “Donde antes estaba solamente admitido el oligarca. La gratuidad de la educación superior, a 70 años”, editado por la Universidad Nacional de José C. Paz.  

Durante los gobiernos del Frente Para la Victoria (2003-2015) se crearon 23 Universidades Nacionales e Institutos Universitarios en regiones en las cuales no había acceso a los estudios superiores, se incrementó el presupuesto del sistema universitario, y se aumentaron salarios de trabajadores y trabajadoras docentes y no docentes. Por su parte, la moderada redistribución de ingresos, y políticas focalizadas como el Plan Progresar, permitieron que jóvenes y adultos de sectores populares pudieran acceder a la Universidad. Fue esta combinación la que permitió que, en las Universidades del conurbano bonaerense creadas alrededor del año 2010 –conocidas como Universidades del Bicentenario-, cerca del 80% sean primera generación de estudiantes de nivel superior. Con esta democratización del acceso a la educación superior se reactivó la frase “mi hijo, el doctor”, y se acuñó una nueva, “mi madre, la doctora”, porque estas Universidades plebeyas cumplieron los sueños de adultos y adultas de contar con un título universitario, luego de décadas de pesadillas que obstaculizaban –por distancias y por recursos- esos objetivos.

El gobierno de Mauricio Macri “cambió” la política universitaria, y transformó los sueños en pesadillas: no creó Universidades, achicó el presupuesto, contrajo los salarios de docentes y no docentes, diseñó un plan económico que obligó a estudiantes a abandonar sus estudios, y redujo ostensiblemente el Plan Progresar. Para acompañar las políticas de ajuste, los neoliberalismos despliegan una lógica del sacrificio, pero distinta de las matrices sacrificiales más tradicionales. Si éstas instituyen un sacrificio individual en vistas de algún tipo bienestar para la comunidad, los neoliberalismos proponen un sacrificio por el sacrificio mismo. Desde esta racionalidad sacrificial, Macri y sus gerentes catalogaron como fiesta el ascenso social de las clases populares, las cuales serían solo merecedoras de sufrimiento, y de sufrimiento por el sufrimiento mismo. De todas maneras, el discurso respecto de las universidades y del sistema científico ha sido distinto. No se acuñó la lógica del sacrificio, sino que, directamente, las universidades y el sistema de ciencia y tecnología fueron duramente bastardeados.

Dentro de los reiterados discursos ofensivos hacia la educación pública en general, y la educación superior en particular, quisiera detenerme en dos ejemplos. En una intervención en el Rotary Club, a fines de mayo de 2018, María Eugenia Vidal se preguntaba: “¿Es de equidad que durante años hayamos poblado la Provincia de Buenos Aires de universidades públicas cuando todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad?” Por otra parte, Mauricio Macri, en noviembre de 2015 se interrogaba: “¿Qué es esto de universidades por todos lados? […] Basta de esta locura.”

“Nadie que nace en la pobreza […] llega a la universidad”, puede ser leído como que ningún pobre llega a la universidad, algo que es absolutamente falso. Pero puede ser leído de otro modo. En el canto IX de Odisea, Odiseo ingresa a una cueva en la que habitaba el cíclope Polifemo, quien se devoró a varios de los acompañantes de Odiseo. Sin embargo, éste logró emborracharlo, Polifermo le preguntó su nombre, y Odiseo contestó: “Nadie” (ουτις). Cuando el cíclope se durmió, Odiseo le clavó una lanza en el ojo, Polifemo gritó a los demás cíclopes que “Nadie” lo había lastimado, por lo que creyeron que había enloquecido, y finalmente Odiseo y sus hombres lograron escapar de la cueva.

En Odisea, “Nadie” es el nombre del astuto, de quien logra torcer el destino. El destino de Odiseo era morir devorado. “Nadie” es también el nombre de quienes tenían por destino no alcanzar los estudios superiores, pero gracias a las universidades por todos lados, lograron torcer ese destino. Por eso “Nadie”, que nace en la pobreza, llega a la universidad, y tuerce su destino de no poder estudiar y de tener una vida de sacrificio. Esto para Macri era una “locura”, y sí, es una “hermosa locura.”

Varios funcionarios y funcionarias del gobierno nacional han enfatizado la importancia de las Universidades públicas y del sistema científico para las metas de desarrollo con igualdad que necesita el país. El gobernador Axel Kicillof, en un acto sobre los setenta años de la gratuidad de la educación superior, invirtió la queja del anterior Presidente: no sobran Universidades públicas, sino que todavía escasean. El desafío para el Frente de Todos es recuperar económica y simbólicamente a las Universidades, y con ello contribuir a esa “hermosa locura” de “Nadies” que accedan a la Universidad; a esa “hermosa locura” de cambiar un destino sub-alternidad y sub-alternización por otro de emancipación.

FUENTE: Mauro Benente para https://www.minutouno.com/

Ahora Educacion
Ahora Educacion
En ahoraeducacion.com encontras la información actualizada sobre educación y universidad, becas y nuevas tendencias pedagógicas en todo el mundo. Nuestros editores son testigos de lo ocurrido en la transmisión del conocimiento acá y en América Latina desde los años ochenta del siglo XX, hasta la actualidad.
RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor deje su comentario
Por favor ingrese su nombre

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Most Popular