Lucila Munilla Lacasa y Nicolás Poggi son una pareja de jóvenes argentinos que salieron en agosto/14 desde Buenos Aires hacia Alaska, a bordo de su VW modelo 81. Su proyecto es llevar experimentos científicos a las escuelas del camino, enseñando a los chicos cómo se relaciona la ciencia con la vida cotidiana mientras recorren los kilómetros que los separan de «La última frontera».
“Hay ciencia en todos lados, pasa que uno está acostumbrado y no se da cuenta que es ciencia”. Las palabras son de Lucila Munilla Lacasa (Lola), la joven argentina que junto a su novio, Nicolás Poggi, lleva adelante Kombi pa´l Norte. ¿De qué se trata el proyecto? De viajar rumbo a Alaska con Dora, su VW modelo 81, mientras conocen el Continente Americano y enseñan en escuelas.
Los aventureros, ella licenciada en periodismo y él ingeniero industrial, partieron desde Buenos Aires el 10 de agosto pasado y estiman que el viaje les demandará 2 años, aunque aclaran: “Sabemos que lo importante es el camino y no el destino, por eso ¡vamos sin prisa pero sin pausa!”.
Según cuentan, el proyecto nació a partir de sus ganas de viajar, conocer y aprender. En ese marco, llevan a las escuelas experimentos científicos para que los chicos puedan interactuar y descubrir cómo la ciencia se relaciona con la vida cotidiana.
Ciencia en Kombi
“Queremos conectar a través de experiencias científicas a chicos de diferentes culturas de toda América. Para eso llevamos experimentos sencillos que pueden ser realizados con materiales propios de cada lugar”, detallan en su web.
Tras un parate en Lima que le permitió acceder a una computadora, Lola charla vía chat con Universia: “Dimos clases a 25 chicos de entre 6 y 12 años en Unidad Educativa Huancané, cerca de Oruro, Bolivia. Y estuvimos en Kusi Kawsay, una escuela Waldorf en Pisac, Valle Sagrado, Cusco, Perú. Ahí también eran aproximadamente 25 alumnos de 2°, 3° y 4° grado”. Nico y Lola no cobran por los talleres, aunque en ocasiones estacionan a Dora en las escuelas y pasan la noche allí.
En Bolivia vimos la escuela cuando viajábamos por la ruta y nos acercamos a preguntar si podíamos hacer el taller. Los profes aceptaron sin problemas y en cuestión de minutos todos los chicos estaban rodeando la kombi súper contentos. Por su parte, en Perú nos contactó un profesor argentino que vive en Lima.
Mezclas (reacciones químicas): cómo inflar un globo con vinagre y bicarbonato, cómo crear «pasta de dientes» gigante; Demostración de cómo el aire ocupa lugar (con agua, botellas, vaso, papel); Electricidad estática (carrera de latas que se mueven al acercar un globo previamente frotado en la cabeza); Pinchar un globo sin que se explote (puntos neutros de fuerza); Construcción de un electroimán.
Se divirtieron mucho, participaban, incorporaban los conocimientos que les dejábamos porque después los aplicaban cuando hacíamos otro experimento. Los talleres superaron nuestras expectativas. Al principio no sabíamos si les iba a gustar pero tuvimos muy buena respuesta.
“Nunca nos planteamos una ruta especifica, así que se podría decir que venimos cumpliendo con nuestras expectativas”, cuenta Nico del otro lado de la pantalla. Luego se refiere a las personas que fueron conociendo a medida que sumaban kilómetros: “Todos en algún momento nos dieron una mano, nos abrieron su casa, nos invitaron una comida, nos prestaron un baño o una ducha”.
La preparación de los experimentos les permitió a los propios viajeros incorporar nuevos conocimientos para, luego, aplicarlos en su proyecto. “Gracias a la ciencia pudimos entender cómo respondía la kombi según la altura sobre el nivel del mar por los cambios en la presión atmosférica y cómo se relaciona eso con la cantidad de oxigeno del lugar”, detalla Lola.
La original propuesta y el gran esfuerzo de los emprendedores argentinos despertó el interés de medios nacionales e internacionales. En tanto, los interesados en conocer el día a día de los chicos, pueden seguirlos en su página de Facebook.
Amigos, familiares y viajeros alientan a la distancia a Kombi pa´l Norte para que siga su camino hacia Alaska. Tras sus primeras experiencias en Bolivia y Perú, se preparan para lo que viene: “Ya nos contactaron desde Colombia y Estados Unidos, estamos muy contentos”, cuentan. En la actualidad, recorren las rutas de Ecuador. Los esperan paisajes, historias, culturas y niños ávidos por incorporar conocimientos científicos.
Fuente: www.universia.com.ar
